Nadin ospina
Esa facilidad de la niñez para contentar su imaginación atestigua la espiritualidad de sus concepciones artísticas. El juguete es la primera iniciación del niño al arte, o más bien es para él la primera realizaciónartística, y cuando haya llegado a la edad madura, las realizaciones perfeccionadas no le brindarán a su espíritu el mismo calor, ni los mismos entusiasmos, ni
la misma creencia. Charles Baudelaire, Moral del juguete.
La serie del Grand rêve américain (Gran sueño americano), que Nadín Ospina presentó en Lyon en el marco de la exposición Partage d’exostimes (Compartiendo exotismos) en el 2000,se inscribe de forma emblemática en aquel culto del carguero generalizado de los signos, el cual constituye la economía política del arte en la época de la mundialización (cuyo efecto puede verse en obras tan diferentes como las del belga Wim Delvoye o del anglo-nigeriano Yinka Shonibare). En esta serie, el artista colombiano transforma los iconos de la cultura popular estadounidense (Mickey,Minnie, Goofy, Donald o los miembros de la familia Simpson...) en cerámica mochica o en escultura Chac Mool. Esta trasmigración (el término es de Nadín Ospina) de la iconografía del tebeo a la estatuaria precolombina opera una hibridación, o mejor una criollización, a la vez formal e iconográfica. En efecto, se trata de una desvirtuación (el paso de la 2D a la 3D) simultánea, a la vez de las figurasimpuestas del imaginario popular “yankee” y de los tópicos culturales de América Latina. La criollización que opera Ospina es de doble disparo, ya que se trata de mostrar a la vez, de forma irónica y crítica, la preeminencia del modelo americano que acaba por imponerse como modelo universal (N.O. habla de Pop colonialismo) y de volver a apropiarse de los estereotipos estadounidense mediante lalengua vernácula sudamericana (como si de hecho, por un efecto de feed-back histórico, esta imaginería perteneciera al imaginario amerindio). En efecto, no debe olvidarse la inclinación particular del artista por el arte precolombino.
La serie Colombialand, realizada en el 2004 y presentada por primera vez en París con nuevas piezas especialmente producidas para la exposición del Instituto Cervantes,parte de otro punto de vista. Al hojear el catálogo de Lego para su hija a finales de los años 90, Nadín Ospina descubre que algunos elementos de la serie Aventureros hacen referencia explícita a la situación
latinoamericana con una orientación ideológica clara. En efecto, después de hacerse con los universos procedentes de las grandes producciones hollywoodienses destinadas a niños yadolescentes (Star Wars, Harry Potter, Batman, Vikings y demás películas de piratas), la famosa firma danesa, líder mundial del juego de construcción, amplió su campo de referencias a los relatos de aventura con un fondo de exotismo. Es en este contexto donde Nadín Ospina sitúa cierto número de temas estrechamente vinculados a América Latina: pirámides sobre un fondo de paisaje exuberante, estatuasprecolombinas,esqueletos, pero sobre todo personajes patibularios, “con mirada feroz y armados hasta los dientes con fusiles, pistolas, puñales y machetes...”
Ospina pone inmediatamente en relación esta serie de estereotipos con un número de la revista National Geographic del mes de julio 2004, titulado: “Colombia, país de la cocaína”, que mostraba en portada a una guerrillera exhibiendo un...
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