Navidad En El Manicomio

En esta época de fin de año, cuando escuchamos a la gente hablando de muchas cosas, inspiradas en el espíritu navideño, algunos se dedican a la difícil tarea de seleccionar los sujetos de subenevolencia. Se escuchan, entre otras, frases como: “hacerle bien al prójimo”, “ayudar a los más necesitados”… ¿a quién?
Trabajar en un hospital que alberga a una gran cantidad de enfermos con desórdenesmentales, institucionalizados, abandonados por sus familiares, me lleva a pensar si ellos serán los prójimos de alguien. Los miro y sé que algunos ni siquiera conocieron el seno de una familia porquefueron abandonados a una edad en la que los recuerdos no se graban en la memoria; otros consideran el hospital como su hogar, ya que han estado viviendo allí la mayor parte de su vida y no concibenpernoctar fuera de la institución.
En la práctica actual de la psiquiatría uno de los puntos importantes del tratamiento de los desórdenes mentales es la rehabilitación. Tanto en aquellos desórdenes quepodríamos considerar como “mayores” (esquizofrenia, desorden afectivo bipolar, depresión mayor, entre otros) como en los desórdenes de ansiedad (ansiedad generalizada, trastorno de pánico, trastornoobsesivo compulsivo). Es importante que cuando el paciente sufre una disfunción en una de las esferas de su vida, se mantenga lo más cerca posible de su rol familiar y social.
Durante mi prácticaprofesional he conocido pacientes que, beneficiados por los procesos de resocialización, son reinsertados en sus familias de origen y en la sociedad. Sin embargo, con una gran cantidad de pacientes, elproceso no puede ser de resocialización, porque nunca fueron considerados parte de una red social, y se hace aún más difícil una verdadera inserción comunitaria.
Es en noviembre y diciembre, al igualque para carnavales, cuando las admisiones a las instituciones de larga estancia para discapacitados mentales se disparan porque es más cómodo para el familiar, dejarlo en custodia y que no moleste...