Neoliberalismo
Justamente cuando era apagado el último de los focos, dos decenas de espadachines armados, dispuestos al asedio y adefender su código de honor, (si es que lo tienen) asomaron por las rejillas y fisuras del lugar.
Como siempre, estos aventureros estaban comandados por un líder audaz, valiente, inteligente, que sabíadonde encontrar el verdadero tesoro, nada de Boquitas Diana o pan Lido.
¡cabo!, gritó, lleve los dos catadores rumbo a los refrigeradores de lácteos, y mándeme a tres de sus hombres a cubrir lasposibles entradas, coloque otros tantos en los extremos más altos que encuentre y que hagan guardia.
El cabo le obedeció en seguida, mandando algunos “hombres” a cubrir en las puntas más altas de losestantes. Al mismo tiempo en que unos vigilaban, el líder buscaba el más preciado de los tesoros, y los catadores daban su visto bueno a los productos Bimbo, Galletas Pepperidge Farm, entre otrosproductos “no nacionales” despreciando así el pan Lido y el Monarca. Miraban con gran lujuria y lascivia la leche de chocolate y los yogurt Nestlé, pasando también por picar flanes y pudines de marcas que...
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