Ninguno

Páginas: 284 (70790 palabras) Publicado: 11 de enero de 2013
EL CABALLERO DE LA «MAISON ROUGE» ALEXANDRE DUMAS

1

I LOS VOLUNTARIOS EL DESCONOCIDO Era la noche del 10 de marzo de 1793. En Notre Dame acababan de sonar las diez, y cada hora, descolgándose como un pájaro nocturno lanzado desde un nido de bronce, había volado triste, monótona y vibrante. Sobre París había descendido una noche fría y brumosa. El mismo París no era en absoluto el queconocemos, deslumbrante en la noche por mil luces que se reflejan en su fango dorado; era una ciudad avergonzada, tímida y atareada, cuyos escasos habitantes corrían para atravesar de una calle a otra. Era, en fin, el París del 10 de marzo de 1793. Tras algunas palabras sobre la extrema situación que había ocasionado este cambio en el aspecto de la capital, pasaremos a los acontecimientos cuyo relatoes el objeto de esta historia. A causa de la muerte de Luis XVI, Francia había roto con toda Europa. A los tres enemigos con los que había combatido al principio, Prusia, el Imperio y d Piamonte, se habían unido Inglaterra, Holanda y España. Sólo Suecia y Dinamarca, atentas al desmembramiento de Polonia realizado por Catalina II, conservaban su neutralidad. La situación era alarmante. Francia,temida como potencia física, pero poco estimada como
2 / Alexandre Dumas
2

potencia moral tras las masacres de septiembre del 21 de enero, estaba literalmente bloqueada por toda Europa, como una simple ciudad. Inglaterra se hallaba en las costas, España en los Pirineos, el Piamonte y Austria en los Alpes, Holanda y Prusia en el norte de los Países Bajos, y en un solo punto, entre el Rin y elEscalda, doscientos cincuenta mil soldados avanzaban contra la República. Los generales franceses eran rechazados en todas partes, y Valence y Dampierre se habían dejado arrebatar parte de su material durante la retirada. Más de diez mil desertores habían abandonado el ejército, dispersándose por el país. La única esperanza de la Convención era Dumouriez, al que había enviado un correo tras otroordenándole abandonar las orillas del Biesboch, donde preparaba un desembarco en Holanda, y regresar para tomar el mando del ejército del Mosa. En el corazón de Francia, es decir, en París, repercutía cada golpe que la invasión, la revuelta o la traición le asestaba en los puntos más distantes. Cada victoria era una conmoción de alegría, cada derrota una sacudida de terror. La víspera, 9 de marzo,había tenido lugar en la Convención una de las sesiones más borrascosas: todos los oficiales habían recibido la orden de incorporarse a sus regimientos a la misma hora; y Danton, subiendo a la tribuna, había exclamado: «¿Decís que faltan soldados? Ofrezcamos a París una ocasión de salvar a Francia, pidámosle treinta
3 / Alexandre Dumas
3

mil hombres, enviémoslos a Dumouriez, y no sólo Franciaestará salvada, sino Bélgica asegurada y Holanda conquistada. » La proposición había sido acogida con gritos de entusiasmo. En todas las secciones se habían establecido oficinas de alistamiento. Los espectáculos se habían cerrado para impedir cualquier distracción y la bandera negra había sido izada en la alcaldía en señal de alarma. Antes de medianoche se habían inscrito treinta y cinco milhombres; pero al inscribirse, igual que en las jornadas de septiembre, los voluntarios habían pedido que, antes de su partida, se castigara a los traidores. Los traidores eran los contrarrevolucionarios, los conspiradores que amenazaban desde dentro a la Revolución amenazada desde fuera. Pero la palabra tomaba toda la amplitud que querían darle los partidos extremistas. Los traidores eran los másdébiles. Y los montañeses1 decidieron que los traidores serían los girondinos. Al día siguiente —10 de marzo— todos los diputados montañeses asistían a la sesión. El alcalde se presenta con el acuerdo del ayuntamiento confirmando las medidas de los comisarios de la Convención y repite el deseo, manifestado

1

Miembros del partido de la Montaña, llamado así por ocupar los escaños más elevados del...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno
  • Ninguno

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS