novelas de amor
Tragicomedia de Calisto y Melibea
(1499-1500)
Fernando de Rojas
El autor a un su amigo
Suelen los que de sus tierras ausentes se hallan considerar de qué cosa aquel lugar donde
parten mayor inopia o falta padezca, para con la tal servir a los conterráneos, de quien en algún
tiempo beneficio recibido tienen y, viendo que legítima obligación a investigar lo semejante mecompelía para pagar las muchas mercedes de vuestra libre liberalidad recibidas, asaz veces
retraído en mi cámara, acostado sobre mi propia mano, echando mis sentidos por ventores y mi
juicio a volar, me venía a la memoria, no sólo la necesidad que nuestra común patria tiene de la
presente obra, por la muchedumbre de galanes y enamorados mancebos que posee, pero aun en
particular vuestra mismapersona, cuya juventud de amor ser presa se me representa haber visto
y de él cruelmente lastimada, a causa de le faltar defensivas armas para resistir sus fuegos, las
cuales hallé esculpidas en estos papeles; no fabricadas en las grandes herrerías de Milán, mas en
los claros ingenios de doctos varones castellanos formadas. Y como mirase su primor, sutil
artificio, su fuerte y claro metal, su modo ymanera de labor, su estilo elegante, jamás en nuestra
castellana lengua visto ni oído, leílo tres o cuatro veces. Y tantas cuantas más lo leía, tanta más
necesidad me ponía de releerlo, y tanto más me agradaba, y en su proceso nuevas sentencias
avisos y consejos contra lisonjeros y malos sirvientes, y falsas mujeres hechiceras. Vi que no
tenía su firma del autor, el cual, según algunosdicen, fue Juan de Mena, y según otros, Rodrigo
Cota; pero quien quiere que fuese, es digno de recordable memoria por la sutil invención, por la
Page
particularidades salían deleitables fontecicas de filosofía, de otros agradables donaires, de otros
1
sentía. Vi, no sólo ser dulce en su principal historia, o ficción toda junta; pero aun de algunas sus
gran copia de sentenciasentretejidas, que so color de donaires tiene. ¡Gran filósofo era! Y pues
él con temor de detractores y nocibles lenguas, más aparejadas a reprehender que a saber
inventar, quiso celar y encubrir su nombre, no me culpéis, si en el fin bajo que lo pongo, no
expresare el mío. Mayormente que, siendo jurista yo, aunque obra discreta, es ajena de mi
facultad y quien lo supiese diría que no por recreación demi principal estudio, del cual yo más
me precio, como es la verdad, lo hiciese, antes distraído de los derechos, en esta nueva labor me
entremetiese. Pero aunque no acierten, sería pago de mi osadía. Asimismo pensarían que no
quince días de unas vacaciones, mientras mis socios en sus tierras, en acabarlo me detuviese,
como es lo cierto; pero aun más tiempo y menos acepto. Para disculpa de locual todo, no solo a
vos, pero a cuantos lo leyeren, ofrezco los siguientes metros. Y porque conozcáis dónde
comienzan mis mal acabadas razones, acordé que todo lo del antiguo autor fuese sin división en
Page
2
un acto o escena incluso, hasta el segundo acto, donde dice: «Hermanos míos, etc.». Vale.
El autor
Excusándose de su yerro en esta obra que escribió, contra sí arguye ycompara
El silencio escuda y suele encubrir
La falta de ingenio y torpeza de lenguas;
Blasón que es contrario, publica sus menguas
A quien mucho habla sin mucho sentir.
Como hormiga que deja de ir,
Holgando por tierra, con la provisión:
Jactose con alas de su perdición:
Lleváronla en alto, no sabe dónde ir.
Prosigue.
El aire gozando ajeno y extraño,
Rapiña es ya hecha de aves quevuelan
Fuertes más que ella, por cebo la llevan:
En las nuevas alas estaba su daño.
Razón es que aplique a mi pluma este engaño,
No despreciando a los que me arguyen
Así, que a mí mismo mis alas destruyen,
Nublosas y flacas, nacidas de hogaño.
Prosigue.
O yo de escribir cobrar más honor
3
Del uno y del otro nació disfavor:
Page
Donde ésta gozar pensaba volando
Ella es...
Regístrate para leer el documento completo.