Como padres tenemos la responsabilidad de velar por la salud de nuestros hijos desde que están todavía en el cálido y seguro vientre de la madre. Desde ese momento, los factores hereditarios y elmedio ambiente que los padres proveemos, marcarán el futuro de ese pequeño que al nacer solo dependerá del amor y los cuidados que ambos le prodiguen.En no pocos casos ese amor, mal entendido puededañar e inclusive matar a lo que más queremos: nuestros hijos. En la actualidad puede pasar que los padres asistamos al funeral de ésta generación de niños que como característica común tienen, elpadecer la enfermedad que hace 4 décadas solo se presentaba en un 5% de la población infantil y hoy amenaza a 4 niños de cada 10 : OBESIDAD.La obesidad por si misma ya es un problema, provocadesordenes articulares en rodillas y pie, apnea del sueño (ronquidos) problemas en la piel y a nivel emocional se ve afectada la autoestima al ser blanco de bromas y burlas de sus compañeros.Pero la obesidadtiene implicaciones más graves: SÍNDROME METABOLICO y el posterior desarrollo de DIABETES y ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR a edades tempranas. Algo insólito en el pasado.A pesar de la campaña que portodos los medios de información se ha hecho por parte de las autoridades de salud, la población parece no entender el mensaje y el 70% de las madres de familia no reconocen a sus hijos con un problema desobrepeso u obesidad aunque tengan las características propias de éste padecimiento: un EXCESO DE ADIPOSIDAD que no corresponde ni con su EDAD ni con su ESTATURA. Muchos padres de familia, piensanque con el crecimiento este problema de salud irá desapareciendo, pero no es así. Las causas principales de sobrepeso y obesidad, son el exceso en la ingestión de productos alimenticios ricos engrasas y azúcares, ( incluso los premiamos llevándolos a establecimientos de comida rápida donde los enganchan con la "cajita felíz" ) y la nula o muy limitada actividad física, hábitos que de no ser...
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