Obra de teatro
COSTANZA: Si son como yo deseo,
casi inmortales seréis.
CASILDA: Por el de serviros, creo
que merezco que me honréis.
CURA: Aunque no parecen mal,
son excusadas razones
para cumplimiento igual,
ni puede haber bendiciones
que igualen con el misal.
Hartas os dije; no queda
cosa que deciros pueda
el más deudo, el más amigo.
INÉS: Señordoctor, yo no digo
más de que bien les suceda.
CURA: Espérolo en Dios, que ayuda
a la gente virtüosa.
Mi sobrina es muy sesuda.
PERIBÁÑEZ: Sólo con no ser celosa
saca este pleito de duda
CASILDA: No me deis vos ocasión,
que en mi vida tendré celos.
PERIBÁÑEZ: Por mi no sabréis qué son.
INÉS: Dicen que al amor los cielos
le dieron esta pensión.
CURA: Sentaos, y alegrad el día en que sois uno los dos.
PERIBÁÑEZ: Yo tengo harta alegría
en ver que me ha dado Dios
tan hermosa compañía.
CURA: Bien es que a Dios se atribuya,
que en el reino de Toledo
no hay cara como la suya.
CASILDA: Si con amor pagar puedo,
esposo, la afición tuya,
de lo que debiendo quedas
me estás en obligación.
PERIBÁÑEZ: Casilda, mientras no puedas
excederme en afición,
no conpalabras me excedas.
Toda esta villa de Ocaña
poner quisiera a tus pies,
y aun todo aquello que baña
Tajo hasta ser portugués,
entrando en el mar de España.
El olivar más cargado
de aceitunas me parece
menos hermoso, y el prado
que por el mayo florece,
sólo del alba pisado.
No hay camuesa que se afeite
que no te rinda ventaja,
ni rubio y dorado aceite
conservado en latinaja,
que me cause más deleite.
Ni el vino blanco imagino
de cuarenta años tan fino
como tu boca olorosa,
que como al señor la rosa
le güele al villano el vino.
Cepas que en diciembre arranco
y en octubre dulce mosto,
ni mayo de lluvias franco,
ni por los fines de agosto
la parva de trigo blanco,
igualan a ver presente
en mi casa un bien, que ha sido
prevención másexcelente
para el invierno aterido
y para el verano ardiente.
Contigo, Casilda, tengo
cuanto puedo desear,
y sólo el pecho prevengo;
en él te he dado lugar,
ya que a merecerte vengo.
Vive en él; que si un villano
por la paz del alma es rey,
que tú eres reina está llano,
ya porque es divina ley,
y ya por derecho humano.
Reina, pues, que tan dichosa
te hará el cielo,dulce esposa,
que te diga quien te vea:
la ventura de la fea
pasóse a Casilda hermosa.
CASILDA: Pues yo ¿cómo te diré
lo menos que miro en ti,
que lo más del alma fue?
Jamás en el baile oí
son que me bullese el pie,
que tal placer me causase
cuando el tamboril sonase,
por más que el tamborilero
chíllase con el guarguero
y con el palo tocase.
En mañana de San Juan nunca más placer me hicieron
la verbena y arrayán,
ni los relinchos me dieron
el que tus voces me dan.
¿Cuál adufe bien templado,
cuál salterio te ha igualado?
¿Cuál pendón de procesión,
con sus borlas y cordón,
a tu sombrero chapado?
No hay pies con zapatos nuevos
como agradan tus amores;
eres entre mil mancebos
hornazo en Pascua de Flores
con sus picos y sus huevos. Pareces en verde prado
toro bravo y rojo echado;
pareces camisa nueva,
que entre jazmines se lleva
en azafate dorado.
Pareces cirio pascual
y mazapán de bautismo,
con capillo de cendal,
y paréceste a ti mismo,
porque no tienes igual.
CURA: Ea, bastan los amores,
que quieren estos mancebos
bailar y ofrecer.
PERIBÁÑEZ: Señores,
pues no sois en amor nuevos,
perdón.MÚSICO: Ama hasta que adores.
Canten y danzan
"Dente parabienes
el mayo garrido,
los alegres campos,
las fuentes y ríos.
Alcen las cabezas
los verdes alisos,
y con frutos nuevos
almendros floridos.
Echen las mañanas,
después del rocío,
en espadas verdes
guarnición de lirios.
Suban los ganados
por el monte mismo
que cubrió la nieve,
a pacer tomillos."...
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