Ocurrio En El Zoologico

Ocurrió en el Zoológico...

Aunque su estatura no alcanzaba el metro y medio, su porte no dejaba de ser elegante, magnificando su presencia.
Bajo su abrigo, perfectamente abrochado y con el cuellolevantado, se presentía un cuerpo elástico y bien contorneado. Además, entre mitones, sombrero - con el ala caída sobre la frente - y gafas obscuras, creaban una aureola enigmática y excéntrica comoesas personas que quieren pasar inadvertidas y se destacan como un farol en una noche cerrada.
Su caminar era lento, de pasos cortos, medidos, con la inseguridad de aquel que pretende caminar depuntillas, acompasados por un leve contoneo de su cintura que, a juzgar por el pequeño bastón de cedro obscurecido por el uso, se diría que disimulaba algún defecto arrastrado desde el nacimiento.
Deesta manera cruzó el parque, deteniéndose a tiempos irregulares, observando aquí y allá, con la soltura del viandante que observa, indiferente, las distintas especies de pequeños animales que lo habitan.Al llegar al puente que cruza el estanque de los cisnes, se detuvo y se quedó en una actitud contemplativa. En realidad, solo esperó a que un guardián, que venía haciendo su ronda estuviese lobastante cerca para llamar su atención con un movimiento de su mano.
El policía, que acostumbraba merodear despreocupadamente el lugar sin que nadie lo llamase ni reparase en él, se sintió sumamentecomplacido que un personaje como aquel utilizase sus servicios.
El hombre del sombrero, con una voz ronca, escasamente modulada y de un tono muy bajo, dijo:
- Usted sabrá disculpar mi atrevimiento. -
-De ninguna manera, Señor, para mí será un placer servirlo. - Rápidamente le replicó el guardián.
- Deseo saber, buen hombre, donde se hallan ubicados un grupo de ejemplares de “Canis Aureus”recientemente capturados en la frontera y traídos ayer aquí.-
El guardián tuvo la sensación de estar ante un profesor, una autoridad en la materia, y se apresuró a contestar indicándole la manera mas...