Ojos

OJOS
Capítulo 1: Encuentros
El la miro a los ojos y le dijo "Si no te dejo atrás, no podre avanzar... lo haré así me duela en lo más profundo de mi corazón...” Ella lo miro y una lágrima recorrió su mejilla.
- Mientras él se alejaba dijo "Perdón por dejar de quererte, porque amarte lo haré toda la vida. Pero debo marcharme, soltarte, dejarte ir; para no hacernos más daño. Adiós”-
Son lasúltimas palabras que Alai escucho de Pedro y desde esa noche la vida de ella no ha sido igual. Ella decidió borrarlo de su memoria y no recordarlo más, aunque se querían, no podían estar juntos por que estaban destinados a hacerse daño el uno al otro.
-A veces siento un vacío en mi corazón, el cual lleno con todos los hermosos recuerdos de los momentos que viví al lado de el- dice siempre Alai conlágrimas en los ojos. Para ella no ha sido fácil ya que él ha sido la persona quien cambio en ella la forma de ver la vida.
Pero una tarde de otoño algo cambio, ella cruzaba la calle como era habitual y vio a alguien que no esperaba, era Pedro cruzando la calle en sentido contrario a ella y fue ahí donde sus miradas se volvieron a encontrar, algo de nuevo se encendió; pero siguieron de largo ignorandoque hace años atrás se habían conocido tanto que ahora eran extraños que se conocían demasiado.
-¿Era él? O ¿lo soñé? No, definitivamente era el, no olvidaría nunca esos ojos ni mucho menos su olor. ¡Ha vuelto! –Exclamo con emoción, pero de inmediato una lágrima broto de sus ojos, como si una cascada de agua salada la hundiera en lo más profundo de un mar oscuro y hondo; en su cabeza solo pasabantantos bellos momentos que poco a poco le despedazaban el alma; esa noche solo fue oscuridad en su mirada.
Pero lo que ella no sabía era que en la habitación de Pedro no era si no soledad –Soy un cobarde, la hubiese saludado- Exclamaba Pedro –La voy a perder de nuevo- Lleno de ira consigo mismo decía mientras sus ojos se opacaban –Todavía, la quiero; volví por ella, pero no voy a llor… - ya erademasiado tarde una lagrima recorrió rápidamente su mejilla, hundiéndolo en una profunda soledad.
Y ahí estaban los dos llorando por los mismos recuerdos una vez más. Los recuerdos que en un tiempo atrás los hicieron felices se convertían poco a poco en el objeto de su dolor.
Las mañanas de otoño en esa pequeña ciudad eran frías como cubos de hielo en el refrigerador -Mañanas como estas no provocansalir ni a la ventana – Exclamaba Melissa, aunque ella solo pensaba en lo que paso la tarde anterior; lo que ellos no se alcanzaban a imaginar es que ese no sería su único encuentro. Iba a ser inevitable esquivarse y quizá el destino les juegue a favor o en contra con muchos de esos encuentros.
-Y acá estamos de nuevo en esta pequeña ciudad, tratando de olvidarnos- Pensaba Pedro mientras sepaseaba por esa calle con la esperanza de ver al menos desde lejos a su amor.
Mientras Alai se escabullía por otra calle sabiendo que si pasaba por ahí se lo encontraría -Cada calle que cruzo y cada banca en la que me siento hacen que sienta que te tengo a mi lado como en aquellos días en los que solo pensábamos en querernos, pero llego la oscuridad de la noche fría y entre la niebla perdimos nuestrocamino- pensaba Alai mientras una lagrima se asomaba y caía por su mejilla.
De pronto algo inesperado pasó, ella sin querer se chocó con un joven apuesto, alto, de ojos verdes y sonrisa perfecta –Lo siento, soy una torpe. No te vi- exclamó Alai – No tienes por qué disculparte yo era quien venía distraído, permíteme te ayudo a recoger tus cosas- Dijo el joven. En ese momento sus manos seentrelazaron por error y en los dos hubo una conexión, como si se conocieran de antes, tal vez era el destino haciendo de las suyas otra vez. –No me presenté: Me llamo Noah Rodríguez ¿A quién tengo el gusto de conocer?- Exclamo el apuesto joven mirándola a los ojos, -Yo soy, Alai Monsalve- Contestó, mientras sus mejillas se sonrojaban. El tiempo se detuvo ya no había nadie más solo ellos dos mirándose,...