Oscar Wilde

Páginas: 33 (8167 palabras) Publicado: 23 de abril de 2012
Oscar Wilde: el alma del hombre bajo el socialismo

De todas las fotografías que se conservan de Oscar Wilde, hay algunas que me parecen relevantes, o conmovedoras, conociendo el destino que le estaba reservado. Una de esas imágenes está tomada en 1897, en el Palacio Real de Nápoles, y en ella vemos al poeta, gordo, tocado con bombín, perdida la distinción y la elegancia que persiguió durantetoda su vida. En otra fotografía, disparada en el mismo Nápoles decadente, está sentado ante una mesa, con una botella de vino, y con su amante, lord Alfred Douglas, de pie, tras él, con la mano descansando en el hombro de Wilde. Todavía hay otra, impresionada en abril de 1900, que lo paraliza ante la estatua de Marco Aurelio, en el Campidoglio romano. Posa con bastón, un brazo en la cadera,simulando indolencia, tocado con sombrero, apenas seis meses antes de morir. Reparo ahora en que todas esas fotografías que creo conmovedoras están tomadas en Italia, y es probable que, para mí, su desdichada textura emane del recuerdo prestado que tenemos de los desolados días que la vida le había forzado a derramar, y cuyo ruido no podemos separar de los años de triunfo. Ese es, para mí, el últimoretrato de Oscar Wilde, el dandy caído que había tenido la insolencia de postular el socialismo.
En todas esas fotografías, Wilde estaba muy lejos de sus días de gloria, del momento —por ejemplo— en que al llegar al puerto de Nueva York, en enero de 1882, joven y brillante, ante la rutinaria pregunta del aduanero —“¿Algo que declarar?”—, contesta: “Nada, excepto mi genio”. Es la misma afectación querevela en el momento en que, requerido para citar las cien obras más notables de la literatura de todos los países y de todos los tiempos, contesta que le es imposible, puesto que él sólo ha escrito cinco libros. También reitera esa actitud en Londres, diez años después de su viaje a América, cuando con ocasión del estreno de El abanico de Lady Windermere, sale a escena para saludar a losespectadores, al finalizar la obra, entre aclamaciones, y sonríe, dueño del mundo: “Celebro mucho, señoras y señores, que les haya gustado mi obra. Estoy seguro de que aprecian sus méritos casi tanto como yo mismo.” El público lo aclama. Es un atrevimiento, pero entonces a Wilde se le perdona todo, se celebran todas sus frases, y Londres está rendido ante el escritor de genio, en medio de un éxitoteatral sin precedentes que le proporciona fama y dinero. Aparecen también los enemigos, aunque en ese momento nada parece amenazarlo.
Pero en esas placas italianas no le quedaba ya mucho tiempo: el 30 de noviembre, de ese mismo año de 1900 en que lo vemos en el Campidoglio, lo fotografiarán por última vez, en su lecho de muerte. En esas fotografías finiseculares, el gusto por la doble vida quemostraba Wilde había quedado ya muy atrás, y en esos meses finales de su existencia el escritor es la sombra de sí mismo, aunque mantiene su compromiso con los débiles, como indica su preocupación por la vida de los reclusos en las siniestras cárceles británicas. André Gide escribió que Wilde mostraba ante los demás una máscara, para el asombro o la exasperación de quien le escuchaba. En uno de susrelatos, La esfinge sin secreto, Wilde nos describe a una mujer misteriosa, lady Alroy, que, sorprendentemente, no oculta ningún secreto. No es el caso del escritor irlandés. De hecho, había vivido durante mucho tiempo mostrando apenas una parte de sí mismo, como nos indica la circunstancia de que Frank Harris no hubiese descubierto la homosexualidad de Wilde hasta que él mismo se la reveló con ocasiónde su proceso con el marqués de Queensberry. Pero no es ése uno de sus secretos mejor guardados —al menos para el lector del siglo XXI, que conoce su ascenso y su caída, y la persecución sufrida como consecuencia de sus inclinaciones sexuales en la hipócrita sociedad victoriana de finales del XIX—, sino probablemente su simpatía por el socialismo, su apuesta por una sociedad libre que espera...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • oscar wilde
  • Oscar wilde
  • Oscar Wilde
  • oscar wilde
  • Oscar wilde
  • Oscar Wilde
  • Oscar Wilde
  • Oscar Wilde

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS