Otoño

“Tenerte conmigo es uno de mis anhelos; ser parte de tu vida, una de mis metas; estar a tu lado en la buenas y en las malas un seguro”
Así es como comenzó una historia que atrajo mi atención enplena época otoñal, eran los años de la colonia española, una tarde de sol, con un color rojizo-cobrizo, la vi, era hermosa, perfecta, su piel, tersa como la de un durazno, suave, su mirada atrajo miatención, esos ojos color de miel, su sonrisa que hace que el sol brille con mayor intensidad, en la villa toscana donde las mujeres son hermosas a más no poder, no había ninguna llamado mi atención tantocomo aquella dama con un cuerpo sin igual, una voz angelical, un todo sin más palabras que la describan como la palabra perfección.
Luisa Catillo de Grijalva era su nombre, alta era su posiciónsocial, Ernesto Rivera Y Montecarlo su prometido, un hombre de apariencia mayor (aunque solo tenía unos 35 años, aparentaba como 50), proveniente de una familia de la realeza (primos de el duque deFrancia) había ya anunciado su boda con la Srita. Castillo, quien no se veía tan feliz como todo el mundo pensaba, su carita angelical no se olvidará de mi mente, ya que desde ese día sueño con ella, apartir de ese momento he prometido ante el cielo, dedicar mi vida a tratar de conocer a tan bella dama, aunque su amor sea prohibido para mí, ya que yo aunque bien parecido no tengo su posición social, yoJosé Proa De Aragón no tengo ni en que caerme muerto, soy pintor, pero no he tenido el éxito que esperaba, además de que mi familia me ha dicho que no me atreva siquiera a acercarme a la casa porque,ellos querían que yo fuera escritor como ellos pero eso de las letras no me gusta, bueno proseguiré con mi historia, como les decía, ella con tan buena posición social ¿cómo podría fijarse en alguiencomo yo, tan mozo, tan humilde? Así que sin más ni nada como por arte de magia o del destino, en el palacio se necesitaba un mozo que pudiera hacer un retrato de la bella dama, yo con una cara de...