Palacio de los enriquez y monasterio de san jerónimo de baza

Víctor Morán Peña

Molino abandonado

Este proyecto surge de la curiosidad que despierta en mí lo abandonado. De esos secretos cotidianos que han quedado encerrados tras una puerta, y que se van enterrando bajo los escombros.
De la apreciación del esfuerzo material y humano que supuso la construcción y la fabricación de los edificios y objetos, ahora despreciados, y del esfuerzo que suponereemplazarlos por unos nuevos.

Molino
De la certeza que supone la tradición, sus saberes comprobados y sus materiales naturales frente al posible peligro y fragilidad de lo moderno, vinculado
a la economía y no a las necesidades.
De la distorsión del lugar con objetos que no han evolucionado en consonancia con un pueblo, extraños que sobresalen entre la agradable armonía de la vida sencilla.Es el rechazo al presente comercial-cultural que se ha impuesto, la lógica del crecimiento y la renovación constante, lo que me ha llevado a buscar
en el pasado formas sensatas de convivir con el medio.
La recuperación y reparación de lo útil, que se encuentra abandonado y en descomposición severa, y el aprendizaje y transmisión de
las técnicas que lo hicieron posible, aún recordadas pornuestros abuelos.
Artesonado del Palacio de los Enríquez
Este proyecto pretende hacer visibles estos problemas, sacando a la luz una parte de mi pueblo que se intenta ocultar y olvidar.
Esto surge de la simple exploración de los rincones secretos de Baza. Lugares que siempre se han presentado como importantes pero a los que nunca he podido acceder por encontrarse cerrados durante toda mi vida. Enel transcurso de mi vida he visto como se iban deteriorando, algunos andamios sujetando las fachadas, sustitución del techo por chapa... pero la puerta siempre cerrada. Y cada vez más ganas de descubrir sus interiores, que guardan bellos artesonados mudéjares,según dicen...

Al final he podido entrar, a escondidas como si de un delito se tratara, a admirar algo que debería conocer desde pequeño.Por un pequeño tiempo, una valla ha caído antes de que se levantara una tapia, una ventana abierta y unos huecos en un muro me han dado acceso a los bienes de interés cultural que cierra el ayuntamiento.
Ábside de la Iglesia de San Jerónimo
La belleza de estos lugares, su magnitud e importancia se encontraban ante mis ojos, pero mucho antes de poder observarlas con detalle sólo podía apreciarel decrépito aspecto que presentan. Todo el edificio está sujeto con piletas y andamios. Las paredes se caen, los interiores quedan al descubierto y el tiempo avanza en unos años a mayor velocidad que en cinco siglos.
Obras junto al Palacio en febrero de 2011
Los edificios se encuentran al borde del colapso, sujetos por alfileres que alargan su agonía, y mientras en las calles aledañas seedifican nuevas viviendas, se renuevan aceras puestas hace dos años, y se construye una gigantesca biblioteca a escasos 200 metros.

Lavado de Cara en la misma fecha.
El pueblo en el último año ha cambiado mucho. Se va progresivamente sustituyendo lo antiguo que quedaba en sus plazas y calles, el ladrillo, la madera y el metal por módulos prefabricados de un bello gris hormigón en consonancia conla ultima moda en la capital.
Los edificios antiguos se derrumban, pero se cambian sus farolas de forja por unas más modernas, a juego con el asfalto. Las fuentes ya no dan agua fresca, la mayoría no funcionan un año después del cambio del mármol blanco por la chapa negra. El progreso viene de la mano de nuestro ilustrado alcalde y sus amiguetes.

Los alrededores tampoco son muy favorecidos, elcampo cada vez más despoblado, los manantiales naturales se van secando y son destrozados por desalmados. Se ha construido una “vía verde” con suelo de asfalto y grava, talando los arboles que había en el viejo sendero que la guía al pueblo vecino. A pesar de no tener ni bancos ni fuentes ni sombras es muy concurrida, pero resulta difícil conseguir el saludo de los que por allí pasean.

Por...