Panorama actual de la educacion
DAHONELITH GARCIA
Hablar o escribir sobre la importancia de la investigación es hoy algo tópico. Nadie duda de su papel preponderante. Tras el descubrimiento del método científico por Galileo, se ha ido imponiendo progresivamente la idea de que enseñar a investigar es, esencialmente, enseñar a pensar. La ciencia nos ha habituado no sólo a•conocers los hechos circundantes, sino a-pensar• bajo el horizonte de sus categarías, en una suerte de cientifismo, los propios fenómenos antropológicos. De esta forma la investigación se presenta como una especie de «providencia- universai de la que pende la •esperanza• en el futuro de una cultura adjetivada como científica y tecnológica. Si esto resulta cierto, como premisa general en todos los saberesy actividades humanas y como actitud mental que configure nuestra época, no lo es menos que determinados sectores prioritarios en las preocupaciones políticas y socioeconómicas actuales, tal es el caso de la educación, revisten especiales y a veces contrapuestas características que es necesario estudiar con algún detenimiento. Ciertamente las investigaciones educativa ^ se han desarroliado conretraso -en cantidad, ^al idad y eficacia- no sólo respecto de las tecnológicas, stno inctuso respecto de aquellas otras más próximas y específicas de las ciencias sociales. ^Cómo explicar este hecho? ^No ha acuciado la necesidad investigadora en el campo educativo? ^A qué causas obedece? ^Qué medidas se toman a nive{ mundial y nacional para afrontar esta situación? A estas y otras cuestionesconexas vamos a intentar responder a continuación.
1.
NECESIDAD DE LA INVESTIGACION EDUCATIVA
Procede, ante todo, esclarecer que tratamos de la investigac'rón •educativa s en sentido lato; ei concepto, que no se identifica exclusivamente con el de investigación «pedagógica•, sino que lo desborda ampliamente, incluyéndoio -eso sf- como la perspectiva central de complejo fenómeno educatlvo en elque también inciden otras muchas ciencias y saberes: la psicología, la sociología, la antropología, Ia economía, la biología, la filosofía, etc. Así entendido, el sector educativo ha cobrado un relíeve sorprendente a escala mundial, convirtiéndose en la preocupación dominante de nuestra sociedad. Hasta no hace muchos años, las partidas destinadas en los presupuestos estatales para instrucciónpúb{ica venían consignadas bajo el epígrafe de •gastos^ en educación. Hoy día, en cambia, se habla de «inversiones• en educación y se considera el =capital humanoy como infraestructura condicionante del propio desarrollo económico (1).
(1] Ultimamenta est8 en revislón la Indiscutida •rentabilidad• de las inverstones educativaa, no tanto por la naturalaza y obJetivoa del sector, cuento por elanquilosamiento, retraso e Inadecuación de muchos de los slstemas educaclonales.
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Las experiencias de los programas UNESCO mostraron claramente que las mismas inversiones económicas en países culturalmente subdesarrollados producian una rentabilldad mínima, desproporcionadamente inferior a aquellos otros con un nivel adecuado de ínstruccfón. La actividad de la economía industrial, por su propiadinámica interna, demanda una mano de obra instruida y profesionalmente cualificada.
a)
Socioeconomfa del saiber
Todos los futurblogos coinciden en que este vector de demanda social de educación continuará ascendiendo linealmente en la sociedad futura, a la que caltfican justamente como •sociedad del saber• (Learning Soclety). La explosión de conocimlentos científicos y técnicos Ilevarán auna ^economía del saber• que exigirán no sólo •saber•, sino •saber utilizar el saber• (2). No bastará ya la espontánea habilidad natural de •listillo•, los recursos del sentido común ni la fácil disponibilidad de un peonaje descualificado. La nueva tecnología exigirá conocer su manejo (lecturas codificadas, programación, conocimientos técnicos especializados). Las profesiones tienden ya de...
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