Pasajes de los Escritos de Bahá'u'lláh
Pasajes APROBADO 17 mayo 2005
actualizado 17 mayo 2006
Pasajes de los Escr itos de Bahá’u’lláh
Nu eva traducción (o r evisión) apr obada por el
Panel Inter naciona l de Tr aducción de Litera tu ra Bahá ’í a Español
I. ¡Loado y glorificado eres Tú, oh Señor mi Dios! ¿Cómo puedo yo hacer mención de Ti, si estoy seguro de que ninguna lengua, por muy profunda que sea su sabiduría, puede magnificar
debidamente Tu nombre, ni el ave del corazón humano, por grande que sea su anhelo, jamás podrá
esperar ascender al cielo de Tu majestad y conocimiento?
Si Te describo, oh mi Dios, como Aquel que todo lo percibe, me veo compelido a admitir
que Aquellos que son las más elevadas Personificaciones de la percepción han sido creados por virtud de Tu mandato. Y si Te alabo como Aquel que es el Omnisapiente, me veo igualmente
forzado a reconocer que los mismos Manantiales de la sabiduría han sido generados por la acción de
Tu Voluntad. Y si Te ensalzo como el Incomparable, pronto descubro que Aquellos que son la
íntima esencia de la unicidad han sido enviados por Ti y no son más que las pruebas de Tu obra. Y si Te aclamo como el Conocedor de todas las cosas, debo confesar que Aquellos que son la
Quintaesencia del conocimiento no son sino creación e instrumentos de Tu Propósito.
Excelso, inmensamente excelso, eres Tú, por encima de los esfuerzos que haga el hombre
mortal por desentrañar Tu misterio, describir Tu gloria o siquiera insinuar la naturaleza de Tu Esencia. Pues por mucho que logren tales esfuerzos, jamás podrán tener la esperanza de trascender
las limitaciones impuestas a Tus criaturas, ya que esos empeños están animados por Tu decreto y
son engendrados por Tu inventiva. Los sentimientos más elevados que el más santo de los santos
pueda expresar en Tu alabanza, y la sabiduría más profunda que el más erudito de los hombres pueda pronunciar en su tentativa de comprender Tu naturaleza, todos giran alrededor de aquel
Centro que está completamente subordinado a Tu Soberanía, adora Tu Belleza y es propulsado por
el movimiento de Tu Pluma.
¡Es más, no permitas, oh mi Dios, que yo haya pronunciado palabras tales que
necesariamente impliquen la existencia de alguna relación directa entre la Pluma de Tu Revelación y la esencia de todas las cosas creadas! ¡Lejos, muy lejos están Aquellos que están relacionados
contigo de concebir tal relación! Todas las comparaciones y semejanzas no hacen justicia al Árbol
de Tu Revelación, y están cerrados todos los caminos hacia la comprensión de la Manifestación de
Tu Ser y la Aurora de Tu Belleza.
¡Lejos, muy lejos de Tu gloria esté lo que hombre mortal pueda afirmar de Ti o atribuirte, o la alabanza con que Te pueda glorificar! Cualquier deber que Tú hayas prescrito a Tus siervos de
ensalzar al máximo Tu majestad y gloria es sólo una muestra de Tu gracia hacia ellos, para que
puedan ascender a la estación conferida a su propio ser interior, la estación del conocimiento de sí
mismos.
Nadie que no seas Tú ha podido, en ningún momento, comprender Tu misterio o ensalzar dignamente Tu grandeza. Inescrutable, y muy por encima de la alabanza de los hombres,
permanecerás Tú eternamente. No hay otro Dios más que Tú, el Inaccesible, el Omnipotente, el
Omnisciente, el Sacratísimo.
II. El principio de todas las cosas es el conocimiento de Dios, y el fin de todas las cosas, la
observancia estricta de todo lo que se ha hecho descender desde el empíreo de la Voluntad Divina,
que penetra todo lo que está en los cielos y todo lo que está en la tierra. III. La Revelación que, desde tiempo inmemorial, ha sido aclamada como el Propósito y la
Promesa de todos los Profetas de Dios y como el más caro Deseo de Sus Mensajeros, ha sido ahora
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Pasajes de los Escritos de Bahá’u’lláh
manifestada a los hombres en virtud de la penetrante Voluntad del Todopoderoso y por Su ...
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