Pecados públicos

Admitir que la situación que envuelve a la España del siglo XVII es compleja en muchas de sus facetas vitales no nos dice nada nuevo. Recordar la fuerte carga moral y ética dealgunos de sus valores, la presión desde arriba, el esplendor cultural, o la crisis social, forma parte de una historia general, documentada, que se desempolva cada vez que iniciamosuna revisión pedagógica de aquellos acontecimientos pasados. Sin embargo, aún después de transcurrir todo un siglo, el Nuevo Mundo sigue siendo nuevo, o sorpresivo, o multiforme ensus interpretaciones, cuando se tocan determinados temas cuya controversia e intimidad los obligaron a sucumbir ante la tergiversación de los hechos y el silencio pactado. Temasque culebrean desde el origen mismo de la colonización, y se extienden entre las clases y estamentos que protagonizaron las jerarquías de entonces, hasta proporcionar unas huellasconsecuentes dignas del investigador más osado y curioso.
Es por ello que María Emma Mannarelli elabora una obra, Pecados Públicos. La ilegitimidad en Lima, XVII, donde a travésde una prosa sencilla y esquemática, ahonda en uno de los asuntos tabú para la sociedad del momento: la relación matrimonial (o no) entre peruanos y españoles, y los resultadosprohibidos colaterales, como el amancebamiento, el adulterio, la ilegitimidad, o la deshonra sexual femenina. Y es que, dentro de la historiografía europea, sólo la británica yfrancesa han abordado escasamente el tema de la extra-conyugalidad e ilegitimidad (figuras como Stone, Flandrin, o Duby), mientras que en la peruana colonial sólo existen referenciasindirectas a la cuestión, como el trabajo de Pablo Macera, que trata la indiferencia hacia el matrimonio entre la elite limeña durante el siglo XVII, o el intento de sistematización,