Pesadillas

 Y es así como caes, ¿lo sientes?, el dolor, la pena, la rabia, ¿no te hace sentir mejor? Así es como somos, tú y yo somos uno y puede negarlo, no puedes reprimir ese sentimiento. Voy a comerte, te desgarraré, te arrancaré las entrañas con mis uñas, dejare que tu sangre fluya y engendre miedos que nunca conociste, pero no morirás, te mantendré vivo, te mantendré vivo para seguir torturándote,mataré a tu familia, tu madre, tu padre, todos caerán como moscas frágiles y diminutas… ¿Te gusta como clamo por tu alma? Es así como somos, somos uno, ven a mí, despierta… despierta.
¿Pesadillas de nuevo? –Ahora se podía escuchar una voz amable, cegada de novedad.
Si... eso creo. –Dije levemente alterado.
¿Eso crees?
Eso creo…
Hay demonios que toman parte de ti, y no te sueltan jamás, en micaso, el demonio vino a mí, con nombre y apellido, Sofía Morán, cierta mujer que a la vez de ser mi novia, era odiada por cierta parte de mi alma al despertar, sus cabellos castaños con toques rojizos ondulados, me cegaban al despertar, lo que parecía irritarme cada vez que abría los ojos a primera hora de la mañana.
¿Por qué lo crees?, ¿no recuerdas tu sueño?
Déjame ya en paz, ocúpate de tus asuntos.–El tono de mi voz resonó en la habitación, y de un momento a otro ella se había ido.
La rutina diaria comenzaba, yo y mis amigos nos preparábamos para salir de fiesta, tal y como acostumbrábamos todos los viernes por la noche, sin dramas por la universidad ni padres con los que hablar. A menudo pensaba en irme a vivir solo, y en una semana daría la noticia a mis padres para que, de una vez portodas fueran libres ya luego de 22 años, todos en los que debían estar atentos para cada cagada que aparecía en mis ocurrencias. Mis amigos… son mi refugio, mi escape está en manos de ellos, los conocí en segundo año de universidad, maravilloso año en el que hablamos por primera vez Sofi y yo, en aquellos tiempos en que disfrutaba despertar de mañana y verle la cara, y escuchar su voz que ahoraapaleo con rabia.
David, Sofía, Carla, Gabriel, y por último yo, Ismael. David el retraído, tenemos que darle de empujones para que se atreva a hablarle a cualquiera que se le avecine; de cabello castaño y revuelto y de cuerpo flojo e inflado por el gym, Sofía, es la típica hijita de mamá, a la que le dan de todo cuando quiera y como quiera… aun así, está bien buena. Carla, es su mejor amiga,aunque parecen ser iguales, Carla es más osada, atrevida y menos cariñosa, su figura deja mucho que desear, pero lo compensa su personalidad, Gabriel es el chico con quien todas querrían estar, pues su cabello iluminado en dorado y su sonrisa perfecta, hacen que llame la atención más de lo que debería… y claro yo, no sabría cómo describirme, aunque siempre dicen que parezco matón con cara dedepresión.
Ya llegadas las nueve, llegaron todos al Bar “Morena” de siempre, bebimos un rato pero no parecía estar lo suficientemente animado, por lo que nos decidimos por otro lugar, pasadas las diez, las once, las doce, la una de la madrugada, paramos atontados por la estampida que venía, y es que de un segundo a otro nos veíamos envueltos en una disputa. –Oye marica. Se antepuso ante mí y me miró fijo,cuando recuperé la cordura y vi a mi alrededor a Gabriel y David en el piso postrados, me alteré bruscamente, buscando pistas de lo que estaba sucediendo.

Tú. –Reincorporado y apuntándolo con un dedo. Donde estamos.
Respuesta incorrecta marica. –Al momento de su respuesta caí inconsciente al suelo, mientras sus ojos saltones miraban excitados por la adrenalina mi cuello ensangrentado.
Apenasconsciente pude divisar una casa en un sitio eriazo, cada vez todo era mas extraño, por un segundo pensé en mamá y papá, ¿por qué en ese momento?, pregunta incorrecta, seguían avanzando conmigo postrado en brazos de un hombre con barba y regordete por sus músculos fofos descuidados, no hacía falta decir que estábamos perdidos, seguramente en manos de alguna banda de psicópatas, que se divertirían...