Pobreza

DE LA DEMOCRACIA DE LOS ANTIGUOS A LA "POSTDEMOCRACIA"
Francesco Tuccari

En este ensayo me propongo trazar, sin pretensión alguna de llegar al absoluto, un
breve y sintético bosquejo de las principales transformaciones de la democracia y
de la idea de democracia desde sus orígenes hasta nuestros días. Me propongo,
particularmente, mostrar, desde el modelo originario y por decir "puro" dela
"democracia de los antiguos", por cuáles vías y a través de cuáles desafíos
concretos, se ha logrado llegar –a través de las etapas intermedias de la
"democracia de los modernos", de la "democracia de los partidos" y de la
"democracia procedural", de carácter schumpeteriano"– a la "postdemocracia" o, si
se prefiere, a la "democracia sin democracia" de nuestros días. Quiero mostrar,
sobretodo, y muy rápidamente, en que términos se ha consumado, muy
precozmente y en un modo más bien duro, la derrota del modelo clásico de la
democracia en cuanto "autogobierno del pueblo" (1). Tomo en consideración la
verdadera y justa "rehabilitación" (2) y por lo tanto el triunfo aparentemente
irresistible (3) que la "democracia de los modernos" ha conocido entre el fin del
siglo XVIII y elsiglo XX, al precio de un significativo "empobrecimiento" conceptual
y práctico. Me dedicaré, finalmente, a presentar algunas consideraciones
conclusivas acerca de la grave crisis que la democracia está atravesando en la era
global, es decir, la era de la "postdemocracia" (4).

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1. Veinticinco siglos atrás: la derrota de Ótanes y de la "democracia de los
antiguos"

En la tradición delpensamiento político occidental, la democracia no ha gozado
jamás, sino hasta años recientes, de buena fama. Las excepciones, además muy
importantes, naturalmente no faltan. Una de las primeras tiene su origen en el
siglo V a.C., es decir, se remonta a los orígenes mismos de la historia de la
democracia. Me refiero al célebre Epitafio de Pericles, para los atenienses caídos
durante el primeraño del gran conflicto entre Atenas y Esparta (431-404 a.C.),
reportado por Tucídides en La Guerra del Peloponeso (II, 35-46) 1. Se trata –como
es conocido– de un texto, con su apasionada exaltación de la igualdad de todos
los ciudadanos frente a la ley, de su participación directa en la gestión de los
asuntos públicos y de la plena soberanía del demos; así ha contribuido de manera
determinantea fijar, al lado naturalmente, de la experiencia concreta de la
democracia ateniense a la que se refería, algunos elementos esenciales y
duraderos del ideal democrático.

Aun más representativo de la suerte que tendría por siglos la idea de democracia,
todavía es famoso el párrafo de las Historias de Herodoto (III, 80-83), que señala
la discusión entre los persas Ótanes, Megabizio y Daríoacerca de la futura y más
pertinente forma de gobierno para Persia después de la muerte de Cambise (2).
Como de hecho ocurrió en este muy conocido caso, dicha discusión, que se

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habría desarrollado en la segunda mitad del siglo VI a.C., se inicia con una
defensa muy fuerte y contundente de las razones del "gobierno popular", pero
termina después con una verdadera derrota teórica ypráctica de la democracia.
Vale la pena recordar brevemente en que términos se dio.

En la disputa, la postura de Ótanes radica en defender las razones del "gobierno
popular". Su principal y polémico objetivo es la monarquía, la cual, a su juicio,
tiende fatalmente a transformarse en un gobierno tiránico dominado por el orgullo
y por la envidia, con la ausencia de límites y controles y, por lotanto, se trata de
un gobierno muy arbitrario. En una forma de gobierno en que el "poder absoluto"
"transforma las instituciones patrias, violenta a las mujeres y manda asesinar sin
previo juicio". Al contrario –argumenta Ótanes–, "cuando es el pueblo quien
detenta el poder, en primer lugar el gobierno tiene el nombre más bello que
cualquier otro: igualdad de derechos; luego, no comete...