Poesía El Árbol Agonizante
Oh que triste aquel monte que en lo lejano veo
No se distinguen sus árboles ni con el dulce asoleo
Ni sus bellaspraderas ni su verde voraz
Que inundaba nuestro mundo de oxigeno y paz.
Oh que bella es esa brillante luna,
La cual refleja en mi alma una hambrunaUna sed de armonía y una sed de bondad
Una luz mutilante que quite mi frialdad.
Cuando respiro, mi pecho se ahoga
Sin el aliento sublime de aquelárbol que aboga
Sin permitirme sentir la suave caricia del viento
Y mi alma vacía de aquel bello alimento
Al mirar las estrellas me transporto alsilencio
De aquellos tristes lamentos de los árboles muertos
Cuya alma se pierde entre el suspiro del cielo
Mientras agonizantes recuerdan su tristedesvelo…
Los ojos de las flores voltean agonizantes
Sus hojas tristes sangran de dolor
Al ver que los ruegos desesperantes
De los árboles muertosse han extinto con su olor….
Los pájaros molestos erguidos de rabia
Observan mis pasos con temor y enojo
Y en sus miradas se ve de matar elantojo
A la raza que su hogar destruiría.
Mis ojos han arrojado una lágrima
Proveniente de mí herido corazón
Mientras en mi mente no puede mi razónConcebir aquel daño y destrucción.
De pronto me topo con un árbol en agonía
A punto de exhalar su último aliento
Esta de pie, con un profundolamento
Y suplicante me pide que detenga aquel sufrimiento
Con sus ramas acaricia mi pelo y al decir:
“Por tu raza he muerto”, caen sus ramas al suelo.
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