Psicologia
Cierto día tuve la oportunidad de realizar un ejercicio: Sentarnos en la plazoleta de la Universidad y tratar de ver “solo gente “ caminando a nuestro alrededor, nunca comprendí el objetivo, es decir solo hasta ahora y fue a partir de ese descubrir que me cuestiono mucho la idea de pensar y de pensarme como unapersona cargada y contaminada de mis propios mitos, creencias y experiencias como “un ser humano atravesado por sus propios limites e historia personal”[1]que al convertirse o pretender convertirse en psicoterapeuta se veía obligado a desprenderse de ellos “se le impone el trabajo clínico que desaparezca como sujeto y en lo posible suspenda su función como ser deseante”[2] y fue también en ese momentodonde mas dude de si continuar o no estudiando algo que me confrontaba tanto con lo que era yo misma. Pero al cuestionarme comprendí además que uno de los primeros pasos que debía dar era precisamente desproveerme de eso que había en mi. Le puedo sumar entonces el hecho de chocarme de frente con este mismo aprendizaje en clínica: siempre pensé que no era posible abordar el otro desde mi, y eneste curso reforcé el concepto, tratar de ponerme en el lugar del otro desde su propio contexto, comprometerme incluso a dedicar mis pensamientos interiores exclusivamente al paciente y hacer que todo en mi se transforme en una actitud de escucha abierta y dispuesta.
A lo largo de este camino pude darme cuenta además de que uno no escoge determinada corriente, pues es esta la que lo elige a uno,simplemente toca estar bien despierto para darse cuenta cuando esto suceda. Lo pienso por que a lo largo de las conversaciones con mis compañeros y al sentarme durante largas horas a defender la individualidad me llamaban “humanista”. Muchas veces lo pensé y lo único que sabía era que no quería ser psicoanalista.
… Hay tantas maneras de no ser
tanta conciencia sin saber,
adormecida.
Merecer lavida no es callar
y consentir,
tantas injusticias repetidas.
Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad
más definida…
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida...
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir,
porque no es lo mismo que
vivir... Honrar la vida.[3]
Quiero apuntar en varios sentidos porque este curso de una o deotra forma me permitió darme cuenta de que no fue un sentimiento en vano cuando yo misma sentí vulnerada mi individualidad al tenerme que someter por física necesidad a la clasificación, por tener que vivir a nivel familiar las consecuencias del diagnostico y por hasta ahora entender el concepto de responsabilización con el que cada uno debemos jugar.
Es desde este punto de vista donde me paro apensar que el ejercicio de la psicoterapia, requiere de una persona entrenada tanto teórica como vivencialmente para el acompañamiento y conducción de los procesos de crecimiento que han estado limitados en mayor o menor medida por conflictos. Lo mas importante es que este tipo de formación implica aprender a mirar hacia fuera (el proceso del otro) pero implica, también, haber mirado primero...
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