Psicologia

Género y respuesta emocional inducida mediante imaginación

Amaia Lasa Aristu, M. Ángel Vallejo Pareja y Javier Domínguez Sánchez
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Se exploran las diferencias de género en expresión emocional: ¿se benefician los hombres de su forma estereotipada de responder a afectos negativos como la tristeza? o ¿las mujeres se benefician menos que los hombres delos afectos positivos? El estudio se realizó en el laboratorio induciendo mediante imaginación, con cierta proximidad temporal, tristeza y alegría, y se registraron los correlatos afectivos atendiendo a la magnitud de las respuestas fisiológicas, faciales y cognitivas. Los resultados revelan un panorama complejo en el que las diferencias dependen del contenido afectivo y del orden depresentación. Los resultados son congruentes con las teorías que postulan una educación prototípica emocional y abren una posible forma de paliar la sensibilización que las mujeres parecen desarrollar en emociones como la tristeza: la utilización de los efectos benefactores de las vivencias positivas.

Ser hombre o mujer tiene su importancia en términos psicopatológicos. Es conocido que la prevalencia de ladepresión en las mujeres es el doble que en los hombres (OMS, 2002). En Madrid, un estudio con personas de hasta 18 años, la presencia del trastornos fue del 22,3% para el género femenino y de un 10,6% para masculino (Aláez, Martínez-Arias, y Rodríguez-Sutil, 2000).
Estas diferencias se deben, obviamente, al modo en que mujeres y hombres se manejan en la esfera afectiva.
En la culturaoccidental se cree que las mujeres son más reac-vas a las emociones negativas que los hombres (Allen y Haccoun, 976; Kring y Gordon, 1998), pero también más expresivas, y menor decodificadoras de las señales no verbales que ellos. En efecto, así es en la expresión facial (conductual) y en la subjetiva (cognitiva) y menos en la vivencia emocional (psicofisiológica).diversos trabajos (Brody y Hall, 1993;Fernández, Carrera, Sánhez, Páez, y Candia, 2000; Fischer, Mosquera, van Vianen, y Manstead, 2004; Hall y Matsumoto, 2004; Lang, Greenwald,
radley, y Hamm, 1993) han mostrado que, en emociones negativas (tristeza, miedo, vergüenza y culpa), las mujeres obtenían valores más altos que los hombres. Ellos, por el contrario, las superan en ira y en emociones complejas que implican hostilidad oagresividad, como el poder, aunque los datos no son concluyentes. En emociones positivas, como la alegría y la satisfacción, las cosas son algo más confusas, unos estudios no han encontrado diferencias ni en la activación fisiológica ni en intensidad percibida (por ejemplo, Bradley, Codispoti, Sabatinelli, y Lang, 2001) y otros en cambio sí (por ejemplo, Brebner, 2003; Brody, 1996).
Los factoressocioculturales, resultado de la socialización y los estereotipos de género, son datos clave (Alexander y Wood, 2000; Brody y Hall, 1993; Shields, 2002). También lo es que la inhibiciónde la expresión emocional (Buck, 1984) o supresión social (Gross,
1998) esté relacionada con un aumento de la activación fisiológica(Fischer y Manstead, 2000; Gross, 2002; Lanzetta, Cartwright-Smith y Kleck, 1976; Notariusy Levenson, 1979; Pennebaker y Traue, 1993). Al margen de las diferencias individuales en los esti-
los de expresión emocional (por ejemplo, Internalización vs Exter-nalización o Supresores vs Reevaluadores) hombres y mujeres parecen diferenciarse en la inhibición emocional según la presión social. El interés en la expresión emocional se relaciona con el afecto positivo, su expresión y posibleefecto benefactor (Avia y Vázquez, 1998; Fredrickson, 2001; Mestre, Samper, y Frías, 2002; Sánchez, Aparicio, y Drech, 2006). En todo caso, cabría preguntarse: ¿se benefician los hombres de su forma estereotipada de responder a afectos negativos como la tristeza? o ¿las mujeres se benefician menos que los hombres de los afectos positivos? Pararesponder a estas preguntas se planteó inducir en el...