Publicistas chilenos

El recién concluido Festival Achap nos dejó muchas cosas, pero quizás la más reveladora, fue constatar la evidente distancia que existe entre la publicidad que hacemos y la que nos gustaría hacer.Así de claro, el festival de gráfica, ese mundo de fantasía donde inventamos avisos, campañas e incluso clientes, es la muestra más fiel del potencial de nuestros creativos, es la que nos dice que contiempo y con pasión se puede llegar al más alto nivel, ese que se reconoce en cualquier parte del mundo, en jerga viñamarina “canciones festivaleras”. En la otra esquina está el festival de televisión,que este año fue casi en su totalidad una muestra de lo mejor que cada agencia pone al aire, piezas reales, creadas para cumplir los objetivos de las marcas, financiadas por estas y lo que es mejor,apreciadas por su destinatario final, el consumidor. Es cierto que la televisión no logra el nivel de genialidad que presentó la gráfica, la diferencia de calidad es grande y la comparación totalmenteinjusta e inútil.
Entonces aquí viene la pregunta ¿cuál es el objetivo del festival? Premiar el talento creativo o la buena publicidad. Al parecer la industria dio la respuesta hace rato y aunquemuchos se resistan, al final esto es, como dijo el presidente de la Achap Samuel Benavente el primer día que nos juntamos a votar: “una fiesta de las buenas ideas” y cómo en todas las fiestas, todos losinvitados son bienvenidos y tienen derecho a celebrar. Los grandes, los chicos, los poderosos, los humildes, los serios y los vivarachos.

En resumen, pudimos apreciar lo que hacemos y lo quepodríamos llegar a ser capaces de hacer. El trabajo ahora es acortar la distancia entre estos dos mundos y no marearnos pensando que porque ganamos en Achap, en Fiap o en Cannes con el aviso del proctólogo,tenemos la tarea hecha, la verdadera misión es que nuestro día a día se convierta en eso y que en lo posible también se enteré y lo disfrute la señora María que ve nuestros comerciales y avisos...