Rafael Alberti Sobre Los Angeles

Páginas: 28 (6931 palabras) Publicado: 28 de octubre de 2015
SOBRE LOS ÁNGELES
RAFAEL ALBERTI

Sobre los ángeles
Primera edición: 1929
(Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, S. A., Madrid)
Edición digital basada en la edición de la editorial Seix Barral de junio de 1978.
Digitalizado por Yennadi (yennadi@hotmail.com).
Verano 2006

SOBRE LOS ÁNGELES
[1927-1928]
A JORGE GUILLÉN

...huésped de las tinieblas...
G. A. BÉCQUER

ENTRADA

PARAÍSO PERDIDO
Através de los siglos
por la nada del mundo,
yo, sin sueño, buscándote.
Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.
¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?
Pregunta con silencio.
Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.
Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,
me ignoran. Aves tristes,
cantospetrificados
en éxtasis el rumbo,
ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas
por, andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, poco dicen.
Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.
Ya en el fin de la Tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,

muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.
¡Ohboquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué confusión de siglos!
¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué perdida mi alma!

− Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno.
Silencio. Más silencio.
Inmóviles los pulsos
del sinfín de la noche.
¡Paraíso perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.

HUÉSPED DE LAS NIEBLAS

DESAHUCIO
Ángeles malos obuenos,
que no sé,
te arrojaron en mi alma.
Sola,
sin muebles y sin alcobas,
deshabitada.
De rondón, el viento hiere
las paredes,
las más finas, vítreas láminas.
Humedad. Cadenas. Gritos.
Ráfagas.
Te pregunto:
¿cuándo abandonas la casa,
dime,
qué ángeles malos, crueles,
quieren de nuevo alquilarla?
Dímelo.

EL ÁNGEL DESCONOCIDO
¡Nostalgia de los arcángeles!
Yo era...
Miradme.
Vestido como en elmundo,
ya no se me ven las alas.
Nadie sabe cómo fui.
No me conocen.
Por las calles, ¿quién se acuerda?
Zapatos son mis sandalias.
Mi túnica, pantalones
y chaqueta inglesa.
Dime quién soy.
Y, sin embargo, yo era...
Miradme.

EL CUERPO DESHABITADO
1
Yo te arrojé de mi cuerpo,
yo, con un carbón ardiendo.
− Vete.
Madrugada.
La luz, muerta en las esquinas
y en las casas.
Los hombres y las mujeres
ya noestaban.
− Vete.
Quedó mi cuerpo vacío,
negro saco, a la ventana.
Se fue.
Se fue, doblando las calles.
Mi cuerpo anduvo, sin nadie.
2
Que cuatro sombras malas
te sacaron en hombros,
muerta.
De mi corazón, muerta,
perforando tus ojos
largas púas de encono
y olvido.
De olvido,
sin posible retorno.
Muerta.
Y entraste tú de pie,
bella.

Entraste tú, y ahora,
por los cielos peores,
tendida,
fea,sola.
Tú.
Sola entre cuatro sombras.
Muerta.
3
¿Quién sacude en mi almohada
reinados de yel y sangre,
cielos de azufre,
mares de vinagre?
¿Qué voz difunta los manda?
Contra mí, mundos enteros,
contra mí, dormido,
maniatado,
indefenso.
Nieblas de a pie y a caballo,
nieblas regidas
por humos que yo conozco
en mí enterrados,
van a borrarme.
Y se derrumban murallas,
los fuertes de las ciudades
que mevelaban.
Y se derrumban las torres,
las empinadas
centinelas de mi sueño.
Y el viento,
la tierra,
la noche.

4
Tú. Yo. (Luna.) Al estanque.
Brazos verdes y sombras
te apretaban el talle.
Recuerdo. No recuerdo.
¡Ah, sí! Pasaba un traje
deshabitado, hueco,
cal muerta, entre los árboles.
Yo seguía… Dos voces
me dijeron que a nadie.
5
Dándose contra los quicios,
contra los árboles.
La luz no le ve, ni elviento,
ni los cristales.
Ya, ni los cristales.
No conoce las ciudades.
No las recuerda.
Va muerto.
Muerto, de pie, por las calles.
No le preguntéis. ¡Prendedle!
No, dejadle.
Sin ojos, sin voz, sin sombra.
Ya, sin sombra.
Invisible para el mundo,
para nadie.
6
I

Llevaba una ciudad dentro.
La perdió.

Le perdieron.
Solo, en el filo del mundo,
clavado ya, de yeso.
No es un hombre, es un boquete...
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