recuerdos de solferino
población oprimida desde hacía diez largos años, y que veía, en el hijo de Carlos Alberto,tanto a un
salvador como a un héroe.
Al día siguiente, el emperador Napoleón entraba triunfalmente en la misma ciudad, en medio de la
exaltación de todo un pueblo feliz de poder demostrar sugratitud al soberano que llegaba para ayudarlo a
reconquistar su libertad y su independencia.
En 21 de junio, salían de Brescia el emperador de los franceses y el rey de Cerdeña, tras los respectivosejércitos, que habían salido la víspera; el 22, ya estaban ocupados Lonato, Castenedolo y Montechiaro; el
23 por la tarde, el emperador dio, como comandante en jefe, órdenes precisas para que elejército del rey
Víctor Manuel, acampado en Desenzano y que formaba el ala izquierda del ejército aliado, llegase, el 24 por
la mañana, a Pozzolengo; el mariscal Baraguey d'Hilliers debía encaminarsehacia Solferino, el mariscal
duque de Magenta hacia Cavriana, el general Niel había de ir a Guidizzolo, el mariscal Canrobert a Medole;
la guardia imperial tenía que trasladarse a Castiglione. Losefectivos de estas fuerzas reunidas eran ciento
cincuenta mil hombres y unas cuatrocientas piezas de artillería.
El emperador de Austria tenía a su disposición, en Lombardía, nueve cuerpos deejército, es decir un total
de doscientos cincuenta mil hombres, pues a su ejército de invasión se habían incorporado las guarniciones
de Verona y de Mantua. Siguiendo los consejos del general deartillería barón Hess, las tropas imperiales
habían efectuado, desde Milán y Brescia, una continua retirada cuya finalidad era la concentración, entre el
Adigio y el Mincio, de todas las fuerzas queAustria tenía entonces en Italia; pero el efectivo que iba a
entrar en línea de batalla no estaba integrado sino por siete cuerpos de ejército, o sea ciento setenta mil
hombres, apoyados por...
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