Religion

EL CIEGO DE BETSAIDA
22. Vino luego a Betsaida; y le trajeron un ciego, y le rogaron que le tocase.
23. Entonces tomando la mano del ciego, le saco fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, le puso las manos encima, y le pregunto si veía algo.
24. El, mirando dijo: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan.
25. Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo quemirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.
Betsaida era una ciudad donde Jesùs había hecho muchos milagros.
Era una de las ciudades denunciadas por el mismo como falta de fe y arrepentimiento.
A Jesùs lo recibimos por fe, y por lo tanto sin fe es imposible agradar a Dios hebreos 11:6.
Como Jesùs no puede actuar en medio de la falta de fe y arrepentimiento es que saco al ciegode Betsaida.
Jesus regreso de mañana a la vieja ciudad . Bajo de la barca en el muelle y empezó a caminar rumbo al centro del pueblo, que era muy lejos.
La noticia se extendió se rápidamente por toda la población convirtiéndose de pronto en un hormiguero de gente que iba y venia. Unos viajaron en barca desde lejos.
Otros atravesaron el desierto y no faltaron los que descendieron de lasmontañas
Le trajeron al ciego
Todos los enfermos se dieron cita en la plaza principal que parecía un hospital general, con la diferencia que en el ambiente se respiraba una atmosfera de alegría y esperanza.
Entre la muchedumbre había un ciego que en nada se hubiese distinguido de tantos otros enfermos, a no ser por la singular preferencia de Jesús; algunos vecinos lo habían traído con la esperanza deque sanara con solo tocar al maestro, pues salía de ÈL una fuerza que curaba a todos los enfermos.
Como fue llevado de la mano a toda prisa por los vecinos, olvido su bastón. El sin fin de testimonios y comentarios sobre las curaciones obradas por el predicador de Galilea le aseguraba que estaba a la puerta de la más grande experiencia de su vida. Sus ojos estaban fijos con las pupilasdilatadas. Su corazón latía aceleradamente y con sus manos extendidas buscaba alcázar al hasta entonces añorado maestro.
En cuanto Jesús estuvo cerca uno de sus compañeros le suplicaba insistentemente que lo tocara. El otro logro tocar la manga de la túnica del maestro y lo jaloneaba para que colocara las manos sobre el invidente.
Ante la abundancia de enfermos no se atrevieron a pedirle un tratoespecial al maestro. Había tantos necesitados que era del todo imprudente solicitarle una consulta privada. No esperaba que se interesara por un simple ciego habiendo lisiados, leprosos, paralíticos, lunáticos y epilépticos.
Jesús se detuvo frente al ciego y levanto su mano imponiendo silencio sobre la multitud que lo vitoreaba y aclamaba. La gente poco a poco enmudeció. Algo grande ya se presentaba.Todos los ojos estaban fijos en Jesús y en el ciego. Jesús lo miró detenidamente y penetro hasta lo más profundo de su vida y de su historia se percató que su ceguera no se limitaba a los ojos desorbitados y la vista fija sin ver a nadie. Había algo más profundo de lo cual aquel hombre debía ser sanado.
TOMO AL CIEGO POR LA MANO Y LO SACO FUERA DE LA CIUDAD
El caso era especial, por eso Jesús noactuó en su forma habitual; pues en vez de imponer simplemente las manos sobre los ojos de los enfermos, lo tomo de la mano y comenzó a abrirse paso por en medio de la multitud que se quedó paralizada por lo inesperado de su actitud.
Muchas veces este ciego había extendido su mano solicitando guía y ayuda. Frecuentemente se había quedado con ella tendida en otras ocasiones más, se había rechazadoPero ahora era del todo diferente. Aquel que era la luz del mundo lo guiaba. Quien dijo a ver venido a darle vista a los ciegos
Lo llevaba permanentemente de la mano. Así atravesaron toda la ciudad dejando atrás la asombrada multitud
Jesús llego hasta la rivera del lago que reventaba sus pacificas olas en la arena mientras la luminosidad del sol avivaba los tonos verdes de los montes y...