Reseña caritas in veritate

CARITAS IN VERITATE
Una Aproximación al Magisterio Social
de Benedicto XVI

Por: Leonardo Rojas Cadena[1]

La carta encíclica dirigida por el Papa "a todos los hombres de buena voluntad", en sus 79 numerales deja ver a un Papa que está preocupado por la situación actual del mundo, el cual alza su voz de alarma y exhorta a que cuanto antes se les dé una respuesta a los problemas queacosan al hombre en un documento acerca de cuestiones económicas, sociales y políticas constituyéndose así en la primera encíclica social en el Pontificado que actualiza la doctrina social de la Iglesia.

La encíclica Caritas In Veritate de Benedicto XVI continua la línea del pensamiento social de la Iglesia en especial de La Centesimus annus, de Juan Pablo II publicada en 1991 (con ocasión dela conmemoración de un siglo de doctrina social a partir de la Rerum Novarum) en la cual se presentan reflexiones nuevas sobre la necesidad y la posibilidad de un nuevo orden mundial, visto a la luz del Evangelio y con los ojos de la Iglesia. Si bien algunos problemas se han transformado, y han llegado hasta nuestros días como la injusticia, problemas como la sobreexplotación del medio ambientey los desastres ecológicos, papel del poder público otros se han sumado como son los de tipo financiero que parten de las decisiones poco morales de los grandes consorcios trasnacionales y emporios económicos que afectan la gobernabilidad de las naciones y empobrece al mundo en general. Deja ver que respetar la autonomía del orden civil no significa callar, excluir la colaboración, o abstenersede una práctica, que en el pensamiento de Benedicto XVI, es incluso exigencia de la caridad para el creyente.

El documento aborda la problemática descrita desde lo que es el desarrollo humano integral y no sólo desde el ámbito económico por ello parte de tres principios fundamentales y cinco preguntas básicas. Principios: Dios es amor, Dios es caridad, Dios es verdad y de esto presupuestosse concreta un mensaje de esperanza pero a la vez de de compromiso para el creyente. Las preguntas a las que responde son: ¿El mercado motor de la sociedad? ¿Puede entrar la fraternidad en las actividades económicas? ¿Cómo se puede fundamentar una perspectiva humanista de la economía del mercado y las finanzas? ¿Qué tipo de hombre queremos promover?

Para poder responder a todo lo planteadoel texto trata del derecho a la vida y a la libertad religiosa, muestra la ambigüedad del desarrollo tecnológico y la cuestión ecológica, concibiendo el medio ambiente no “como un depósito de recursos materiales”, sino como “palabra creada” confiada al ser humano “para el bien de todos”; y todo ello, desde la luz del Evangelio y desde la perspectiva de la caridad y la verdad. Junto a la caridad,habla el Papa de abrir espacios a la experiencia del don y de la gratuidad, actitudes hoy poco frecuentes, “debido a una visión de la existencia que antepone a todo la productividad y la utilidad”.

Aunque se puede evidenciar que en el documento utiliza un lenguaje menos confrontativo que otras veces, y si bien no todos estuvieron de acuerdo en que la encíclica aporte alguna solución clara a losproblemas que evidencia y además algunos la tildaron de ambigua e incluso de contradictoria, ya el Pontífice hacía claridad acerca del tema al afirmar que “La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer y no pretende «de ninguna manera mezclarse en la política de los Estados». No obstante, tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia en favor de una sociedad a lamedida del hombre, de su dignidad y de su vocación”.  A partir de esta premisa se comprende y se delimita el papel que la doctrina social que la Iglesia pretende desarrollar en el seno de la sociedad.

Muchos lectores quedaron Inquietos con términos y expresiones como “gratuidad”, “economía de la gratuidad”, “mercado de la gratuidad”, “experiencia del don”, “espíritu del don”, “formas de...