Revolucion Americana

La Revolución Mexicana en Cuba, tuvo un impacto en la inmediatez del escenario que le fue contemporáneo, para luego incorporarse de forma paradigmática, al complejo proceso ideológico cultural y político, que cimentó el triunfo revolucionario del primero de enero de 1959. A las puertas del centenario de este trascendente acontecimiento, la Cátedra Bicentenario de la primera independencia deAmérica Latina y el Caribe de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHIC), con el coauspicio y colaboración de universidades e instituciones científicas y culturales de Cuba y México, convocan a los estudiosos de los temas cubanos, mexicanos, caribeños y latinoamericanos, a reunirse en La Habana los días 28 al 30 de septiembre del 2010, para reflexionar sobre el más importante y trascendenteacontecimiento de Nuestra América en la primera mitad del siglo XX.
Con el propósito de que nuestra cita de septiembre incentive desde ahora el debate entre especialistas, profesores, estudiantes y público interesado, ponemos a consideración un grupo de criterios de partida
Criterios de partida
Entre las revoluciones reconocidas como clásicas en la historia de la humanidad la Revolución Mexicana hapasado a ocupar un lugar de sumo interés por la complejidad de las contradicciones implicadas: cuestiones de clase, raza, etnia, género, religión, cultura, por sus repercusiones internacionales como eje de conflictos geopolíticos y como paradigma que estimuló los imaginarios del abanico latinoamericano de clases y grupos sociales, incluso los más populares.
En los momentos que ha aflorado unahistoriografía, que programa su cientificidad y asepsia, y pretende condenar a priori todos los procesos revolucionarios, esgrimiendo una especulativa historia contrafactual, creemos de rigurosa necesidad examinar procesos como el mexicano desde los más diversos ángulos sin descalificaciones anticipadas.
Durante años hemos asumido la Revolución Mexicana, como el proceso que enarboló las postergadasdemandas sociales y políticas de las masas populares, tras una independencia política donde pervivieron todas las lacras de los siglos de coloniaje. El extraordinario movimiento de masas que se desató, el protagonismo de los campesinos, indígenas y obreros, ratificó en las nuevas circunstancias históricas, el insoslayable vínculo existente entre la emancipación política y la social. Tambiéntestimonió, en el propio escenario de las batallas de clase que se desataron, las limitaciones históricas de estos sujetos. Precisamente líderes populares como Emiliano Zapata y Francisco Villa fueron expresión de la fuerza, rebeldía y radicalidad que latía entre los desposeídos, y de los obstáculos y retos que no pudieron vencer.
La Revolución Mexicana devino un proceso de modernización capitalistaque arrolló las formas antiguas, para consolidar el poder y las condiciones de reproducción de los nuevos sujetos burgueses. Estos, en la necesidad de constituir un nuevo pacto social, se vieron obligados a tener en cuenta la fuerza y presencia alcanzada por los sujetos populares. Proceso contradictorio, paradigmático y para no pocos especialistas también conservador, su develación en nuestrosdías, representa un reto a la ciencia y a la imaginación.
El hecho revolucionario mexicano, sus peleadas conquistas jurídicas, obreras y campesinas, la recolocación de la problemática de la América indígena, la avanzada educacional y cultural que representó, y la necesidad de la ruptura de las herencias coloniales de vasallaje y dependencia, que en última instancia disparan el sistema decontradicciones económicas, sociales, ideológicas y culturales, representan temas sobre los que la mirada de las actuales generaciones de caribeños y latinoamericanos debe detenerse, para reafirmar los más genuinos tejidos de nuestra común historia y hallar en ellos las experiencias que hoy nos pueden contribuir para entender el presente y construir el futuro.
Hay numerosos aspectos de la Revolución...