Rosario de la caridad
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Para superar las divisiones y crecer en el amor
P. Gustavo E. Jamut, omv
Contenido: - Introducción - 1º Misterio - 2º Misterio - 3º Misterio - 4ºMisterio - 5ºMisterio -
Oraciones Finales
Introducción
El Verbo de Dios ha venido “para habitar en medio nuestro” (Jn.1,14). En Él encontramos la alegría y la paz de vivir en comunión con el Padre y en unacomunión dinámica, los unos con los otros.
Pero en cambio “el mundo”, en el que Cristo está ausente, produce continuamente conflictos, exclusión y soledad. Esta fue una constatación que impulsó al Papa Juan Pablo II a hacer a la Iglesia un llamado profético, cuando pidió: “Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de comunión: este es el gran desafío que tenemos delante en el milenio que ha iniciado, siqueremos ser fieles al plan de Dios y responder las expectativas profundas del mundo”.
Un instrucción de la Sagrada Congregación para los Institutos de Vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, nos anima a: “hacer crecer la espiritualidad de la comunión, antes que nada, en el interior mismo de la comunidad eclesial, y luego hacia sus confines abriendo o reabriendo constantemente eldialogo de la caridad, sobre todo donde el mundo de hoy está lacerado por el odio étnico y de locuras homicidas”.
Por lo tanto, a nosotros los cristianos, se nos pide “ser de verdad expertos en comunión y hacerlo parte de nuestra espiritualidad”.
Sin embargo, cualquiera de nosotros puede constatar con dolor, como las peleas, divisiones y falta de caridad entre muchos bautizados, son en laactualidad un grave pecado que se opone a esta espiritualidad de comunión, y que básicamente nos hace infieles al mandato que antes de su Pasión nos dejó nuestro Señor Jesucristo, cuando dijo: “Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes los unos a los otros.”(Jn. 13,34).
El escándalo de las divisiones, producidas en muchos casos porrivalidades sin sentido, las cuales se alimentan en nuestras heridas y en tentaciones diabólicas, impiden sin duda el testimonio que como cristianos Jesús esperaba de nosotros, cuando nos dijo: “En esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros” (Jn. 13,35), frenando de este modo la tarea evangelizadora de los cristianos.
Estas heridas no asumidas nisanadas, nos vuelven excesivamente susceptibles, e impactan negativamente en nuestras vidas, provocando toda clase de reacciones emocionales dañinas hacia nosotros mismos y hacia otras personas, junto a comportamientos que son de rivalidad, antagonismo, y división.
Al mismo tiempo, estos comportamientos anti-amor son de algún modo puertas abiertas de contaminación para los vínculosinterpersonales y hasta para la misma tierra.
Es como si la falta de amor y toda forma de rivalidad impidiese la llegada de las bendiciones de Jesús a nuestras vidas, familias y comunidades, maldiciendo de algún modo la tierra; tal como decía un autor anónimo: “Quien no ama a su hermano, aún su misma oración indispone a Dios.”
Por medio de estas oraciones hechas Rosario, nos adentraremos en los corazones deMaría y de Jesús, para pedirles que ellos nos sanen de esas raíces negativas que impiden una verdadera concordia y armonía con nuestros prójimos.
También oraremos pidiéndole a Dios que derrame su gracia, para que siendo liberados de todo odio ancestral y de todos los comportamientos equivocados, podamos crecer y fortalecer el amor de unos por otros.
Finalmente te invito, a que en un momento deoración personal te preguntes sinceramente:
- ¿En que medida, el pensamiento de comunión y el anhelo de construir la unidad en tu ambiente, está en el centro de la espiritualidad que vives y que transmites?
- ¿Que más puedes hacer para que tus palabras, iniciativas, y tu mismo modo de vivir contribuya a transformar tus ambientes en “casa y escuela de comunión?”.
La...
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