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CONSEJOS DE UN SACERDOTE MORIBUNDO
A UN SACERDOTE RECIÉN ORDENADO

Hace algún tiempo, murió en flor de la edad el PADRE JEGUSEL, estimadísimo profesor de la Universidad Pontificia de Roma. Apetición de sus numerosos ex alumnos religiosos que tanto lo estimaban, redactó, poco antes de morir, algunos consejos que muchos sacerdotes leen y releen con gran provecho:
1º. Que la Santa Misa seael Sol de cada una de tus jornadas.
Esfuérzate por comprenderla, gustarla, vivirla. Celebra tu Misa como si fuera la última, la única de tu vida.
2º. Recuerda que la Misa mejor celebrada, es aquellamejor preparada.
No seas de aquellos que pasan de charlas mundanas a celebrar el Santo Sacrificio, sin rezar, sin meditar; sin hacer un paréntesis de recogimiento.
3º. Salva tu Misa de la rutina yel automatismo.
El veneno que mata tu Misa es la rutina. Y la repetición tras rutina. Por eso, nunca te quedes con una sola anáfora; tienes que ir variando de anáforas. La Primera fue la única querezaron los grandes santos por más de diez siglos. La tercera es de venerada antigüedad. La cuarta es el resumen más bello de Historia de Salvación. Y no dejes de usar para jóvenes, las anáforasaprobadas para ellos.
4º. Que cada palabra sea un “ANUNCIO”, cada gesto, un “SIGNO”.
Transforma la Misa en una Vivencia. La gente queda tan contenta cuando oye celebrar a un Sacerdote con toda devoción ypronunciando D E S P A C I O las palabras, como quien habla a Alguien que siente allí presente, y a quien ama y respeta inmensamente.
5º. Después de la Consagración, tienes el peligro de correr…Recuerda las palabras del Santo Cardenal Mercier, las últimas que dijo a sus sacerdotes antes de morir: “Dedicadle unos minutos más a vuestra Santa Misa”. Como las palabras de la Anáfora ya te lassabes, tienes el peligro de decirlas a la carrera y el pueblo se dará cuenta de tu modo descuidado de celebrar. No temas ser muy exacto en pronunciar bien una a una, todas las palabras de la Anáfora....