Salvador dalí

Quizás a quien haya nacido después de 1989, año en que murió Salvador Dalí, ese nombre le sea menos familiar. Pero sería muy difícil que alguien nacido antes de esa fecha no relacionara ese nombrecon aquel señor extravagante que convertía cada aparición pública en una especie de happening cultural que le garantizaba ríos de tinta en la prensa de todo el mundo. Y es que uno de los problemas paraentender a Salvador Dalí es que mucha gente cree conocerlo, justamente, por su vertiente más provocadora y polémica, que él mismo contribuyó a forjar a lo largo de 84 años de vida muy fructífera, peroque quizás eclipsaron al pintor excepcional que era.
El Dalí personaje y el Dalí pintor se confunden hasta aparentar uno solo, pero cada uno se hace responsable de aspectos muy distintos. Unotrabajaba hasta el agotamiento para perfeccionar un dibujo; el otro lo da a conocer. Uno estudia y se empapa de las vanguardistas más actuales; el otro frivoliza sobre ellas. Los ejemplos son innumerables,tanto como los toques de genialidad que lo destacaron de sus contemporáneos.
Lector ávido y curioso, no desdeñó aprender de todas las ramas del saber para luego buscar soluciones pictóricas en suslienzos; fórmulas que lo llevaron a rescatar a los maestros clásicos o aprender calculo y algebra; avidez intelectual necesaria, y habilidad con los pinceles, para interpretar en clave grafica laenergía atómica y la física nuclear.
Acompañado de un espíritu renacentista, nunca negó sus fuentes de inspiración y defendió el dibujo como primera y única arma para lograr piezas maestras. Combinó elmismo por el detalle con un universo onírico en el que eran recurrentes las imágenes de su tierra. El Ampurdán catalán, sus playas y sus rocas se repiten en su obra, como su obsesión por la comida, elsexo y la muerte. Fiel a sus orígenes, pero sin desdeñar jamás las oportunidades que el reto del mundo ofrecía, se coronó en Parías como pintor surrealista, y cuando se convirtió en el referente por...