San Agustin

1. AGUSTÍN DE HIPONA (354 – 430)

3.1. La vida y el sentido de su filosofía

La vida de San Agustín ilustra como pocas el sentido de su filosofía y su relato en Las confesiones es el mejor exponente del camino del alma al encuentro de la verdad. Se trata toda ella, precisamente, de una intensa búsqueda de ésta, que es concebida no como mero objeto de la inteligencia, sino comoauténtico bien que pueda llenar y orientar la vida entera. Todo su dramático itinerario consiste en el descubrimiento de que esa verdad se halla sólo en Dios y más concretamente en Jesús y el cristianismo, que se convierte para él en la auténtica sabiduría; y es al mismo tiempo la experiencia de la interiorización como condición para el autotrascendimiento.

Nace en Tagaste, en el norte deÁfrica, el año 354, de madre cristiana, que lo introduce en el cristianismo. Después de aprender Gramática en su ciudad natal, a los dieciséis años estudia Retórica en Cartago. Olvidado del cristianismo e impresionado por el Hortensio de Cicerón, inicia su proceso intelectual de búsqueda. Se inclina primero por el MANIQUEÍSMO, que parece explicar el origen del mal y dejaba intacto su fundamentalmaterialismo. Maestro de Retórica en Tagaste, Roma y Milán (384), se convierte al ESCEPTICISMO de los académicos. Pero en esta última ciudad, donde los sermones de Ambrosio tienen amplia resonancia, lee algunos tratados “platónicos”, seguramente las Enéadas de Plotino, en versión latina. El NEOPLATONISMO lo abre a la realidad inmaterial y comienza a acercarse al cristianismo, sobre todo tras conocer laconversión del neoplatónico Victorino y la experiencia de San Antonio en el desierto. En el año 387 es bautizado por San Ambrosio y funda una comunidad monástica en Tagaste (388-391). Nombrado obispo de Hipona en el 395, tiene que enfrentarse al pelagianismo, que exageraba el papel de la voluntad humana y minimizaba el de la gracia en la salvación del hombre, negando el pecado original… Murió elaño 430, cuando los vándalos de Genserico asediaban la ciudad y estaban a punto de establecerse en el norte africano del Imperio.

Escribió obras innumerables, ninguna de ellas puramente filosófica. Como hombre que busca la verdad, que es la salvación, empleó todos los recursos de la inteligencia, y, convertido a la fe cristiana, desarrolló lo que compendió como la auténtica sabiduríasalvadora. Filosofía y teología, experiencia vital, reflexión racional e iluminación de la fe se aúnan en las investigaciones y propuestas agustinianas.

1.2. Fe y razón. Actitud ante la filosofía

Eso ilustra, precisamente, su posición con respecto al papel y las relaciones entre fe y razón. De lo que se trata es de encontrar la verdad y ha de intentarse por todos los medios. Larazón es indispensable, aunque la fe la supere y le proporcione verdades que están por encima de sus limitadas capacidades. Por eso, ambas, pueden colaborar y coadyuvar en el encuentro de la verdad que importa. La razón puede poner en camino de la fe, dejar al hombre abierto a la transcendencia, servir de preambulum fidei; la fe puede iluminar y suplir las deficiencias de la razón, proporcionar con elauxilio de la revelación divina lo que la razón por sí sola no es capaz de conocer. “Intellectus quaerens fidem, fides quaerens intellectum”. Ambas ponen en camino del amor.
Se ha dicho que San Agustín no distingue o no separa entre fe y razón. Claro que las distingue como dos fuentes distintas de conocimiento, asentada una en las capacidades naturales del hombre y la otra en la “graciosa”revelación con que Dios quiere suplir lo que a la naturaleza –caída- le falta. Lo que ocurre es que no se para a deslindar, o mejor, aúna el concurso de ambas. Lo que está claro es que la razón es necesaria para el conocimiento y debe ser aplicada hasta sus límites en la investigación de la verdad. Precisamente su deficiencia nos abre a la fe, que completa, ilumina la inteligencia y culmina...