San agustin

Introducción:
controversias de la Iglesia en la que había sido recientemente bautizado, una Iglesia que, en adelante siempre para San Agustín el nexo fundamental de las relaciones que su familia y amigos una vez había sido. En el año 391, Agustín fue ordenado como sacerdote a regañadientes por la congregación de Hippo Regius (una práctica común en el norte de África), en el año 395 fuenombrado obispo, y murió en Hipona, agosto 430, treinta y cinco años más tarde, los vándalos asediaban las puertas de la ciudad. Sin embargo, cuando Agustín se relata sus primeros treinta y dos años en sus Confesiones, deja en claro que muchos de los acontecimientos decisivos de su vida temprana son, para usar sus propias imágenes, de una naturaleza mucho más interno que externo relativamente los hechoscitados .

Sólo cuatro de sus setenta y cinco años los pasó fuera de África del Norte, cincuenta y siete de los restantes setenta y una fueron de tal relativamente fuera de los lugares y forma que Tagaste Hippo Regius, ambos pertenecientes a las provincias romanas, ni notable, ya sea culturales o prominencia comercial. Sin embargo, los últimos años Agustín se esté en el norte de África ejercidouna influencia incalculable sobre su pensamiento, y su distancia geográfica de las principales capitales intelectual y político del Imperio Romano tardío no debe hacer olvidar la enorme influencia que llegó a ejercer incluso en su propia vida . Aquí, como en todas partes, uno se enfrenta a una figura liminal tanto sorprendente y, a veces, curiosamente ambivalente. Era, como ya se señaló, unaresidente de mucho tiempo y, finalmente, el obispo en el norte de África, cuyo pensamiento se transforma y redirige durante los cuatro breves años que pasó en Roma y Milán, muy lejos del contexto provincial, donde nació y murió, y pasaron casi todos los años en el medio, era un hombre que nos dice que él nunca pensó en sí mismo por no ser en algún sentido, un cristiano [Confesiones III.iv.8], sinembargo, él escribió una autobiografía espiritual que contiene uno de los más cuentas celebra la conversión de toda la literatura cristiana, era un retórico de formación clásica que utiliza sus habilidades para proclamar con elocuencia al fin la superioridad de la cultura cristiana en la cultura grecorromana, y también se desempeñó como una de las figuras centrales por los cuales el último fuetransforma y transmite a la primera. Tal vez lo más sorprendente de todo, Agustín legó al Occidente latino un voluminoso cuerpo de trabajo que contiene en sus extremos cronológicos dos retratos muy distintos de la condición humana. En el principio, no es un retrato en gran medida helenística, que se caracteriza por el optimismo que una vida lo suficientemente racional y disciplinado de forma segura puedeescapar a la adversidad circunstancial siempre amenazante que parece que nos rodean. Más cerca del final, sin embargo, emerge un retrato mucho más severa, que pone de relieve la impotencia de la voluntad humana sin ayuda, y la posterior Agustín presenta un paisaje moral poblado en gran parte por el damnata Massa [De Civitate Dei XXI.12], la inmensa mayoría que son justamente predestinado alcastigo eterno por un Dios omnipotente, mezclado con una pequeña minoría que Dios, con misericordia inmerecida, tiene predestinados a ser salvos. La cantidad total de la escritura que une a estos dos extremos, muchos de los cuales sobrevive, es verdaderamente asombroso. Hay más de 100 títulos [enumerados en el Fitzgerald de 1999, pp xxxv-il], muchos de los cuales ellos mismos son voluminosos y compuestadurante largos períodos de tiempo, por no hablar de más de 200 cartas [que figuran en el Fitzgerald de 1999, pp 299-305 ] y cerca de 400 sermones [lista de Fitzgerald de 1999, pp 774-789]. Podría decirse que es imposible construir cualquier lista de tamaño moderado y manejable de sus obras filosóficas más importantes que no pudieran dar lugar a cierta controversia en cuanto a lo que se omite,...