San Agustín. Antropología.

SAN AGUSTÍN ANTROPOLOGÍA (CONFESIONES)
El manifiesto del mundo interior
La interioridad agustiniana es producto de dos fuentes, la filosofía y la revelación. Estas dos corrientes se encuentran en unión fecunda en el pensamiento único y original del gran genio de las Confesiones. Por ello, pasamos a indicar las pautas de una investigación acerca del papel clave de la noción de interioridaden la infraestructura cognitiva del agustinismo.
El mundo interior, lugar de la verdad
Para San Agustín, la búsqueda de Dios, tiene que desenvolverse hacia dentro y no hacia el exterior. No hay que dudar del origen neoplatónico de su punto de partida. El método de volverse a sí mismo en un proceso introspectivo para alcanzar el ser trascendental, del que se ocupa la metafísica, es la granlección que aprendió San Agustín de los filósofos que lo precedieron. Notablemente se ha avanzado en el estudio de la dependencia conceptual de san Agustín, respecto tanto de las imágenes plotinianas como de la filosofía que las sostiene. Según algunos, el período entre Casiaco y la ordenación sacerdotal fue un tiempo de transición, durante el cual los conceptos cristianos y neoplatónicosexistían en la mente de san Agustín “a la par”. Él asimiló e hizo suyo este mundo antiguo.
La tarea de Agustín a partir de la experiencia de Casiciaco es encontrar la verdad que más tarde confesará haber sido la meta de su inquietud juvenil (Conf. 3, 6, 10) Su conversión filosófica fue el mismo descubrimiento del camino interior que iba conduciéndolo a aquella luz inmutable de que habla ya enCasiciaco.
Relación con Dios desde el hombre interior
En este comentario una cosa está clara: las Confesiones, por el mismo título y por la forma de expresión empleada, se hacen eco de una postura interior que tomó el santo a raíz de una reorientación interior suya acerca de la importancia esencial de la gracia divina en el drama de su búsqueda de Dios. La forma filosófica de la interiorizaciónintelectual y moral continúa siendo fundamental para el proceso por el que Agustín quiere saber cómo llegar al Dios de su alma. Pero el esfuerzo ascendente de una elevación racional e intelectual cede lugar a una acción cada vez más predominante de la gracia divina, entendida tanto como la inspiración que inicia el proceso, cuanto como la ayuda que lo acompaña.
En cuanto al proceso mismo, es fielal repliegue hacia el interior, propio del esquema “fuera/dentro”, del De vera religione. Es imprescindible reconocer la radicalidad y novedad que van tomando lugar en el pensamiento filosófico y religioso de san Agustín
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en esta obra de las Confesiones. Comienza dejando atrás la preocupación casi exclusivamente metafísica y cósmica de la primera década de su conversión, para hacer unanálisis introspectivo y espiritual del alma humana. Este mismo análisis, al servicio de la teología y penetrado hasta el fondo por conocimientos bíblicos cada vez más presentes y más predominantes en la mentalidad de este buscador incansable de Dios, desemboca en una espiritualidad de la interioridad, que quedará como la piedra angular de la herencia mística agustiniana.
Destaca en las Confesionesel lugar principal y primordial de la memoria, ya no en el sentido estrictamente neoplatónico de “anamnesis” sino como una teoría, más de la iluminación divina y de la participación activa en la sabiduría, que de un recuerdo de un pasado querido. La memoria revela la acción de Dios dentro de nosotros y sirve como de lazo cognitivo que nos une a nuestras historias personales, y a ellas y anosotros con Dios. No es de extrañar entonces el uso de la memoria como punto de partida para volverse al pasado, y también como la fuente de la visión del presente y de la expectación de cosas futuras. Sin descartar el camino interior filosófico de sus ensayos previos, lo purifica e ilumina con la persona de Cristo, reconociendo la singularidad y la necesidad del camino humilde de la Encarnación...