Seguridad y alcance de los grupos emergentes
La creciente inseguridad urbana, la recuperación parcial de las FARC y los grupos rearmados tras la desmovilización delas AUC son los asuntos notables frente al actual debate en torno a la seguridad. Ninguno de ellos es nuevo y fueron calificados como los síntomas del agotamiento de la “política de seguridaddemocrática” en la fase final del gobierno Uribe, quien pretende desconocerlos y endosarlos al nuevo gobierno, llevando a la petición de que se reformule la política de seguridad. El presidente Santos optópor continuar una fuerte acción militar contra la insurgencia –dando resultados-, empieza a tratar la seguridad urbana con aceptación positiva, pero frente a la continuidad y rearme paramilitar unidocon el aumento de bandas delincuenciales en los anteriores territorios de las AUC, pasó de una desestimación a la reciente respuesta coyuntural que aún no concibe la dimensión del fenómeno ni adopta lasmedidas necesarias para afrontarlo.
La reincidencia de los desmovilizados alimentando nuevos reclutamientos y los nichos de poder en algunas regiones aunque reducidos mantienen la infiltración,subordinación o captura de entes del Estado, alianzas con políticos, empresarios, integrantes de la fuerza pública y otros agentes estatales, ejerciendo control territorial, fortaleciendo el narcotráficoy micro-tráfico; ante esto se deben tomar medidas para desarticular las estructuras armadas y demás elementos en los ámbitos económico, social y político asociados al paramilitarismo, desaparecer susnexos con los ámbitos estatales y de fuerza pública y promover la desmovilización con base en compromisos civilistas rompiendo con la violencia y el uso de las armas.
FRACASÓ LEGALIZACIÓN:
Lapolítica del Gobierno Uribe fracasó en su intento por legalizar los grupos paraestatales en plena impunidad ante la positiva reacción de las Cortes Constitucional y Suprema de Justicia que contribuyeron...
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