Sindrome de kempe
Las conductas agresivas repetidas atentan contra la integración biopsico-social delmenor y las experiencias traumáticas pueden provocar problemas físicos, conductuales y sociales irreversibles. Esta revisión informa al médico general, familiar y al pediatra sobre su papel tan importante en prevenir, diagnosticar y tratar integralmente a la familia de un paciente con síndrome de Kempe.
ctualmente vivimos inmersos en un ambiente lleno de violencia, situación de la quedesafortunadamente no escapan los niños.(1,2) Si bien el interés por este problema no es contemporáneo, en la actualidad constituye uno de los temas que más preocupa en la investigación clínica de la infancia. El maltrato infantil se reconoce tanto social, política como públicamente, pero también hay que admitir que resta mucho por desarrollar en su evaluación, tratamiento y prevención, para lograr elconocimiento de la verdadera magnitud de este problema (3). Si bien no se tienen cifras precisas de su incidencia y prevalencia, se reconoce que su presencia es cada vez más evidente, por esto es necesario difundir el conocimiento sobre este problema en todos los ámbitos (tanto médicos como sociales) con el propósito de identificarlo, conocer el mejor abordaje para prevenirlo y así evitar lasconsecuencias y los efectos importantes que tiene sobre el individuo, la familia, la sociedad y el desarrollo del ser humano.(2) El maltrato infantil se ha convertido en un conflicto al que actualmente se enfrentan las diferentes disciplinas implicadas en su estudio, puesto que no se presenta en forma aislada, sino que involucra una gran variedad de factores biopsicosociales.
El interés y la relevancia dela investigación en este ámbito reside en las graves implicaciones psicológicas, familiares y sociales que conlleva (estados de sufrimiento, incapacidad, mal desarrollo físico, mental, familiar y social, hasta la muerte) también en la cuantificación estimada de los casos, que definitivamente es mucho mayor de lo que aparenta ser, de manera que sólo se detectan entre 10 y 20% de los que realmenteocurren.3 Hay un incremento en la incidencia del maltrato, explicado tanto por un aumento real en su aparición como por una mejor detección.
Es primordial establecer una definición adecuada para elaborar un diagnóstico y un tratamiento apropiados, además de un marco legal; proceso que no es fácil dada la complejidad del problema.4 A partir de la primera definición emitida por Kempe en1962;(5,1,2,4) éstas se ha modificado y enriquecido con las aportaciones de los investigadores que se han abocado al tema. Es importante recordar que en el fenómeno está involucrada la intencionalidad (no es accidental) una problemática social, la factibilidad de que el agresor sea un enfermo y que se requiere la concatenación de tres elementos: un niño, un agresor y un motivo o detonador.(1)
Enrelación con la clasificación del maltrato infantil se han propuesto diversas formas en las que se incluyen: la agresión física, sexual, emocional, psicológica, social y negligencia.(2) Loredo menciona otras formas menos comunes de maltrato: síndrome de Munchausen, abuso fetal, abuso de tipo ritual o religioso, niños de la guerra y niños de la calle.(1)
Se han realizado investigaciones con el propósitode determinar el perfil del agresor y de la víctima. En este aspecto se ha encontrado que la figura parental que más agrede es la madre.(1,3) Han sido descritas diversas características del agresor, tales como: baja autoestima, depresión o tendencia a ella, ansiedad, neurosis, adicciones, impulsividad, hostilidad, poca tolerancia a la frustración, percepción inadecuada del niño y antecedente...
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