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“¿perdiste tu razón de vivir?” – Volteo a verle una vez más el rostro. Su blanca y suave piel aquella suave textura que rodeaba todo su cuerpo, como deseaba morderle una vez mas y lamer aquellaexquisita piel, tan delicada, tan frágil… ¿como podía contenerse de no hacerle daño en este momento?, todo eso le provocaba… y que con su aroma… como no controlarse con aquella fragancia emborrachadoracual todo hombre caía a sus pies… le resultaba molesto que ni siquiera él podía resistirse, pero, una cosa mas le había llamado su atención de aquella chica… sus ojos, esas perlas cual eran la causa deque perdiera su cordura, si tan solo pudiera arrancarlas de ese lugar años atrás, todo hubiera terminado, pero ya es demasiado tarde, su amor por ella le consumió por completo, hasta el punto que lollevo a la perdición e hizo todo tipo de locuras para que tan solo aquella mujer fuera de el… SOLO de él.
“…” –al ver que nuevamente aquellos ojos ónix mirarle fijamente, simplemente no pudo despegarla vista de él. Aquella profundidad en su mirada, siempre le había intimidado, pero, en este minuto, todo ello ya le daba igual. Como deseaba que todo fuera un sueño, pero, a fin de cuentas… ya no ahívuelta atrás, lo echo, echo esta y no ahí nada que se pueda hacer, solo aceptar las cosas y ya. Si desde un principio no hubiera aceptado “eso”, nada hubiera ocurrido, pero a fin de cuentas, aquellotermino por corromperla y termino haciéndolo una y otra vez. En estos momentos, tan solo estaba pagando todo el daño que provoco. - “sí” –murmuro algo despacio. Bajo la mirada un poco haciendo que suflequillo terminara tapando su rostro. Es que ya todo ese arrepentimiento le devoraba por dentro, solo sentía un dolor agudo en su pecho, no podía sentir nadas mas que ello, y para su desgracia, aqueldolor le hacia saber de que todo esto nunca fue un sueño. Ya no tenia nada que hacer en su vida…él tenia razón, ya había perdido su razón de vivir.
“¿y ahora que aras?” – pregunto con una media...