Sobre ¿acaso no matan a los caballos? de horace mccoy

Sobre ¿Acaso no matan a los caballos? de Horace McCoy

Sobre ¿Acaso no matan a los caballos? de Horace McCoy

… yo tambiénlos he tenido entre mis brazos, he sentido su presencia cadavérica y su hedor a tumba. A mi cara ha llegado su esputo y su saliva burlona, que una vez descendida hasta la boca, se desplazaba como unababosa sangrante por el filo de los dientes. Yo también los he escuchado susurrar a mis oídos el secreto de la vida, he percibido su olor a azufre y los he sentido caer en mi espalda a veces comoflores, otras como lágrimas, siempre como látigo. Yo también los he visto dormitando como animalitos mansos, aparentando ser inofensivos. Me he acercado a ellos y los he acariciado, los he visto erguirse yarrimarse a mí, han lamido mis manos y cuando les he dado la espalda me han acorralado y han hincado sus dientes en mi carne, mordiendo con furia, tascando con odio, han arrancando pedazos y máspedazos de mi cuerpo, han dejado muñones supurantes que he fingido que no existen. Yo los he sentido envolviéndome en una mortaja hecha de rutina y tedio, yo he palpado su verdadero rostro, y ahora, sinlugar a equívocos, puedo decir que son ellos, los días, los indiscutibles antropófagos.

Al igual que a ti, a mi también me han embestido. La única diferencia fue que hiciste carne de tu carneel secreto que te susurraron los días, aquel que decía que la vida es sólo una larga espera de la muerte y que el hombre “es sólo dolor, y espuma en la boca y temblor en los labios”. Por eso disparé,por eso y por la obsesión que tenías con el revólver, esa necesidad de tirar, de vaciar el tambor, de sumirte en la nada.

Ahora me imputan tu asesinato y me condenan a pena de muerte. No meimporta. No se dan cuenta que el verdadero delito hubiera sido dejar con vida a una persona hastiada de la abulia, del sufrimiento. Si es verdad, como dijo el poeta, que no sabe mentir la boca del muerto,...