Sobre El Cine Y La Venezolanidad

Sobre el cine y la venezolanidad, por Fedosy Santaella
Ir al cine me recuerda a mi padre. A él le encantaba el cine. Cuando venía a Caracas de negocios, hacía lo posible por quedarse a dormir ese día para que pudiéramos ir al cine. Aquello era como un ritual, algo sagrado. Entrar al cine era como entrar a un templo, se hacía con regocijo y recogimiento, con la absoluta convicción de que ibas asalirte de este tiempo, de este espacio. El cine no es para la gente que anda apresurada, allí el tiempo no existe. El cine requiere de su propia dimensión, de su propio estado mental. Así iba yo a ver películas con mi padre, e incluso con mi madre, cuando ella también venía a visitarme. Mi hermano también nos acompañaba. Ir al cine, lo repito, no es cualquier cosa. Pero hay gente que parece noentenderlo. Incluso, y disculpen, parece que en muchas ocasiones los mismos dueños de los cines no entienden lo que significa ir a ver una película. Por lo general, la primera cita de una pareja que un día se casará y tendrá hijos, es en el cine. Por lo general, los niños recodarán para siempre las tardes de cine con sus padres. Por lo general, matrimonios con hijos salen solos al cine cuando lasuegra puede encargarse del cuidado, y entonces estos matrimonios disfrutan de un pequeño momento de libertad. Pero también hay gente que, y valga la metáfora, no tiene más que cotufa en la cabeza. Gente que, al parecer, no entiende nada y se mete a una sala de cine a conversar en la película, o a estar pendiente de los mensajes en sus celulares. Porque ahora la gente desactiva el sonido de suscelulares, pero no los apagan, y después van y los sacan en la oscuridad y se ponen a leer los mensajes. Querido amigo, esa luz que usted enciende en la oscuridad de una sala de cine, esa luz, es otra forma de ruido. Dígame, ¿está pasando algo grave allá afuera? ¿Si usted no revisa su celular, Atlas se va olvidar de sostener el mundo, o los mayas realmente acertarán la fecha de sus profecías, oresucitará Osama Bin Laden y lanzará mil aviones sobre nuestras cabezas? ¿Es usted Superman, que necesita saber todo lo que está pasando allá afuera para salir corriendo a salvar el mundo? Dígame, amigo, ¿qué pasa si usted deja de revisar por unas horas el chat de su celular? La mala educación, sin duda, es creativa, muy creativa para crear molestias. Y por supuesto, siempre estarán los que hablan. Noson, como podría creerse, unos quinceañeros rebeldes. Yo no sé por qué, pero he descubierto que hay una extraña y retorcida relación entre ser «chévere» y hablar en el cine. La gente más chévere que he visto en mi vida, es la que habla en el cine. Hace poco tenía en los asientos de atrás a una señora con su amiga. Desde el principio hablaba, pero habló más todavía al ver una escena de una playa deTailandia. Allí empezó a contarle a la otra, a viva voz, que ella también había estado en Tailandia, que eso era una belleza, que el hotel en que se había quedado esto y aquello… La señora se estaba luciendo, no delante de la otra, que era la de menos, sino con los que tenía alrededor, que no querían además, en lo más mínimo, saber de sus viajes y de su vida espléndida.
Esto no me ha ocurrido unaúnica vez. La gente chévere, la gente súper chévere, es la que suele hablar en las salas de cine. ¿A qué se debe tal fenómeno? ¿Acaso los venezolanos no podemos dejar de ser narcisistas ni un segundo? Sí, yo creo que el venezolano es narcisista, esa es la palabra, porque pantallero ya nos queda pequeño. ¿Qué hay en nuestra excesiva verborrea? ¿Detrás de nuestras palabras hay sustancia? Las palabrasson lugares vacíos, la naturaleza del aire que las ocupa depende de quién las usa. Las palabras pueden ser un agujero negro e inmenso, o un lugar para el alma. Los venezolanos, al fin de cuentas, ¿qué hacemos con las palabras? ¿Somos unos habladores de paja profesionales? Hablamos tanto, que de tanto hablar, ya nada significa. En nuestra palabrería somos hiperreales, diría Baudrillard. Estamos...