sociologia

El documento en cuestión se trata de la película llamada Un hombre para la eternidad (Fred Zinneman, 1966). Se trata de una reconstrucción del dilema que suscitó la petición de divorcio de Enrique VIII de su matrimonio con Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena, lo que supuso un problema moral para Tomás Moro, protagonista del filme.

Zinneman intenta reflejar con la mayor fidelidad elpasado, pero debemos tener en cuenta en todo momento que es una interpretación de los acontecimientos sometida a la mirada del director y a la relación de la misma con la del espectador, con lo que no debemos olvidar que puede presentar hechos verídicos y al mismo tiempo de ficción.

La película, pues, está ambientada en la Inglaterra del siglo XVI, concretamente en la primera mitad. El origendel conflicto que se discute puede datarse en 1525, cuando Catalina de Aragón da muestras inequívocas de que no puede ofrecer un heredero, con lo que surge un problema dinástico a resolver con la mayor premura.

En el fragmento de video donde Wolsey y Moro se enfrentan dialécticamente se puede encontrar un resumen de toda la película, un enfrentamiento entre el pragmatismo político y la moralcatólica. Prevalecerá el pragmatismo, y se iniciará la escisión de la Iglesia de Inglaterra con respecto a la de Roma, apareciendo la anglicana.

Para analizar el momento fílmico es fundamental que analicemos los antecedentes. Los Reyes Católicos casan a Catalina de Aragón con Arturo, príncipe de Gales, hijo de Enrique VII, y, al morir Arturo prematuramente, Enrique VII y Fernando el Católicoacordaron que Catalina se casase con el nuevo heredero, el Príncipe Enrique en 1509, tras lograr del Papa Julio II las necesarias dispensas. Catalina tiene entonces 24 años, Enrique cuenta con 19. Sólo en 1516 tienen una única hija que sobrevive, María, la que luego, en 1553 será reina, conocida como Bloody Mary (María la Sanguinaria), porque antes y después serán múltiples los hijos que nacen muertos oque viven pocas horas o pocas semanas. Catalina no cumple con la función principal de una reina consorte, dar herederos que propicien la sucesión sin mayores problemas.

En la película, Wolsey reprueba a Moro por haber votado en su contra en el consejo y le pide ayuda para conseguir unanimidad de opinión en el plan para conseguir la cancelación del matrimonio del rey con Catalina de Aragón.Wolsey opina que es fundamental conseguir ese divorcio porque así se mantendrá la dinastía de los Tudor y no se regresará a las guerras nobiliares.

Moro está en contra de la resolución de Wolsey porque el matrimonio de Enrique VIII y Ana Bolena va contra la moral, con lo que no piensa apoyar la causa del divorcio: “El papa concedió dispensa para que el rey pudiera casarse con la viuda de suhermano por razones de estado. ¿Hemos de pedir ahora al papa que le dispense de su dispensa también por razones de estado?”. No obstante, Wolsey no duda en que pese a la contrariedad moral el papa dará su aquiescencia con presión. A lo que responde Moro que amenaza las propiedades de la Iglesia, otro problema moral.

Wolsey ante la negativa de su contertuliano responde airado una sentencia: lamonarquía de Enrique VIII acabará y volverán las guerras dinásticas, “¡nobles sedientos del poder arrasando el país!”. Pese a todo Moro se mantiene impasible: “Creo que cuando los hombres de estado se olvidan de su propia conciencia y la anteponen a sus deberes públicos conducen a su patria por el camino más corto hacia el caos”.

A continuación se discute otro asunto, el de la sucesión del cardenalWolsey como canciller. Propone a Fisher[1], confesor de Enrique VIII, a Cromwell, conde de Essex[2], al conde de Suffolk y al propio Tomás Moro. Moro recomienda a Fisher, pero rechaza a Cromwell alegando que él mismo sería canciller si se viera en la tesitura de tener que elegir entre él y Cromwell.

Detrás de una cortina Cromwell está espiando la conversación. El hablar de esa elección es una...