Software Libre

Copiar o no copiar, ¿he ah ́ el dilema?
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Jes ́s M. Gonz ́lez Barahona
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Publicado originalmente en la revista TodoLinux
N ́mero 23, p ́g. 12-13, Noviembre de 2002
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Uno de los aspectos del software libre que m ́s sorprenden al reci ́n llegado es
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que el autor no s ́lo permita que su trabajo sea copiado y redistribuido libremen-
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te, sino que adem ́s anima al usuario a quelo haga. En general, tanto el autor
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como el usuario como quien recibe el programa que se copia quedan contentos. Y
ıdo
ısimo en
sin embargo, esto parece ir en contra de una idea que hemos o ́ much ́
los ultimo a ̃os: no se debe copiar software. ¿Qu ́ est ́ ocurriendo aqu ́ ¿Hab ́
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pensado alguna vez sobre ello?
La m ́quina de duplicar pan
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Olvid ́monos por unmomento de GNU/Linux, del software (libre o no) y de
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la copia de programas. Y fabulemos un poco. Imaginemos que, en alguna parte
del mundo, en una prestigiosa universidad, alguien construye un invento comple-
tamente imprevisto: la m ́quina de duplicar pan. Es una m ́quina maravillosa.
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Casi no consume energ ́ la puede manejar cualquiera, se puede construir por
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millones a bajo coste,y no necesita materia prima ni mantenimiento. Su funcio-
namiento es simple: introduces una pieza de pan por un lado, y salen dos por el
otro. La segunda es indistinguible de la primera: igual de sana, igual de nutriti-
va, con el mismo sabor. Y el proceso se puede repetir indefinidamente, usando
las piezas de pan originales o las nuevas que ha producido la propia m ́quina.
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Muchos ya venlos problemas mundiales de hambre resueltos por fin. Se piensa
inmediatamente en los duplicadores de lechugas, filetes, zanahorias, lenguados y
otros muchos alimentos....
Pero antes de que nada de esto ocurra, comienza una campa ̃a de publici-
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dad en todos los medios. En ella aparecen drogadictos, asesinos, ladrones... y
duplicadores de pan. El lema de la campa ̃a es: Cada vez que alguienutiliza el
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duplicador de pan, todos perdemos. La campa ̃a est ́ dirigida por las asociaciones
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de panaderos, con dinero de toda la industria de la alimentaci ́n. Aparecen en
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todas las cadenas de televisi ́n, en todos los peri ́dicos, en todas las emisoras de
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radio opiniones a favor de los panaderos y en contra de los que est ́n empezando
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ya a duplicar pan. Se planteancuestiones como Si se permite la m ́quina de du-
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plicar pan, ¿qui ́n asegurar ́ que tendremos innovaci ́n, y nuevos tipos de pan? o
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Si no se prohibe la m ́quina de pan, ¿de qu ́ van a vivir los panaderos? Inmedia-
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tamente se proponen legislaciones que prohiben la fabricaci ́n, comercializaci ́n y
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uso de m ́quinas duplicadoras de pan, y se empieza a considerar ́ticamentemalo
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duplicar pan... Con el tiempo, las legislaciones se ponen en vigor, se crean ramas
espec ́
ıficas de la polic ́ para perseguir la copia ilegal de pan, y los panaderos, ya
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Jes ́s M. Gonz ́lez Barahona
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organizados, empiezan una campa ̃a para que los productores independientes de
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pan tengan que pagar derechos por las recetas de los tipos de pan m ́s habituales.
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¿Unaf ́bula sin sentido?
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Bueno, volvamos a la realidad. ¿Por qu ́ cuento todo esto? ¿Es que tengo
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una vena oculta de cuentacuentos con extra ̃as moralejas? No creo... Lo de las
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barras de pan se lo o ́ hace tiempo a Richard Stallman, y resulta que es algo que
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tenemos aqu ́ ya... casi. Si en lugar de pan hablamos de programas, la m ́quina
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duplicadora la tenemos casi todos ennuestro PC. De hecho, tenemos varios tipos
de ellas: Internet, disquetera, duplicador de CDs. Lo cierto es que desde hace unos
a ̃os, los humanos disponemos de algo unico en la historia: tenemos m ́quinas
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que pueden duplicar no s ́lo programas sino cualquier tipo de informaci ́n a un
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coste pr ́cticamente rid ́
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ıculo.
Hasta hace poco (en t ́rminos hist ́ricos) copiar informaci...