Son Las Pruebas De Desempeño La Solución En La Evaluación?

¿Son las pruebas de desempeño la solución?
Todos los intentos de “reforma educativa” llevados a cabo en nuestros países tratan de evitar “errores del pasado” y tiene la esperanza de mejoras dramáticas en los métodos, en el currículo, en la evaluación; pero sobre todo en los resultados que se obtengan con los alumnos.
Cada movimiento ha ido priorizando alguno de ellos como el motor que impulseal cambio sustancial en la forma de enseñanza en las escuelas, y cada movimiento ha mostrado sus bondades y sus limitaciones. Hoy le toca el turno a la evaluación, para determinar si puede ser la impulsadota de una reforma.
Uno de los “errores” del pasado es la excesiva aplicación de pruebas de selección múltiple (pruebas estandarizadas) que responden a toda una concepción filosófica de evaluacióny a lo que todos, desde alumnos, familias y docentes, esperamos de la educación: la posibilidad de medir desempeños, de comparar estos desempeños y poder establecer un orden de méritos. Es más, mejorar la calidad de la educación, bajo esta concepción, significa mejorar los puntajes obtenidos en estas pruebas; puntajes altos “demuestran” altos rendimientos, puntajes bajos, todo lo contrario.
Sinembargo como somos conscientes, creo que todos, estas pruebas no nos dan una visión de la real dimensión del conocimiento, habilidades ni destrezas de los alumnos. No nos informan de los posibles desempeños de nuestros alumnos en la vida futura, pues su validez predictiva se limita a los puntajes que obtendrán en otras pruebas similares.
Entendemos que la educación que debe preparar para elfuturo, que debe ser capaz de identificar en cada alumno sus potencialidades y desarrollarlas al máximo, respetando sus ritmos; preparar a los niños para enfrentarse a los problemas y darles solución y tomar decisiones. Sin embargo en el contexto en el que nos desenvolvemos esto no va más allá de hermosas declaraciones de principios y buenas intenciones. Empezando por las universidades que utilizanpruebas estandarizadas para sus admisiones, y que obligan a que en los colegios se prepare en ese sentido, pues la familia espera que, al margen de la formación, el colegio le brinde preparación. Continuando con los empleos, que son ofrecidos a los alumnos que tienen los mejores “rendimientos” académicos al margen muchas veces de sus desempeños. Y terminando por el propio Ministerio que a tumbos hacreado una confusión tal que la evaluación en nuestro país se ha limitado a la elaboración de pruebas técnicas y al llenado de registros.
Ante esta realidad evaluativo, descrita muy superficialmente, ¿serán las pruebas de desempeño la solución que buscamos?
En primer lugar, hay que ser conscientes que este tipo de evaluación corresponde a un enfoque diferente (parafraseando el “nuevo enfoque”)de todo el sistema educativo. No un simple cambio de instrumentos: “antes escogías una opción de cinco, ahora escribes lo que se te ocurra”. No es tan solo un cambio en la forma de registrar resultados. O finalmente como algunos más entenderán, no es un cambio de nomenclatura con aires de modernidad.
Implica, como sostiene el autor del artículo, romper con la “homogenización” a la que nos conduceel sistema educativo, para llegar a la individualización; romper los esquemas de la meritocracia por los de equidad, es decir hacer de la escuela el lugar que siempre debió ser: un lugar de formación que se preocupe por los alumnos en forma individual y que los prepare para la vida. Sin embargo esta concepción tan simple de las cosas, se enfrenta a la corriente del “alto rendimiento”, de “calidad”como sinónimo de ingreso a la universidad, llevándonos a veces a extremos en nuestra práctica evaluativa y docente.
En segundo lugar deberíamos tener en cuenta la preparación del docente. Hablamos de profesores que han sido formados desde su niñez en un sistema evaluativo, que han sido “entrenados” y “rentrenados” en la década del setenta, que han sido “capacitados” y “recapacitados” en la...