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Para Alain Touraine, los problemas de América Latina, con ser graves, no son irresolubles. A condición de que los latinoamericanos recuperen su capacidad de acción y sean capaces de hallar un modelo político que les permita fortalecer los actores sociales sin los cuales no se puede poner en pie una economía moderna y competitiva. La ayuda externa debe, en todo caso, estar encaminada al esfuerzocomún de hallar ese modelo político que sirva, además, para superar la nostalgia que sienten amplias capas de la población de estos países por los sistemas económicos y políticos de corte estatista y populista que siguieron a los años de prosperidad relativa vividos iras la II Guerra Mundial. El sociólogo y escritor francés expuso estas ideas en una conferencia pronunciada recientemente en Madrid ainvitación del Quinto Centenario dentro del programa Tribuna 92, un foro de reflexión permanente sobre América Latina.

II. Actores sociales, modernización y modernidad en América Latina según Touraine.
Como aspectos fundamentales para su mirada a América Latina, Touraine describecinco dimensiones para el análisis: Estado, Participación, Actores, Poder Económico yGrupos Excluidos. Laprimera dimensión es el Estado mismo (E), como entidad gestora ycauteladora de las formas institucionales del sujeto histórico (o sea, de la "sociedad"); lasegunda son los procesos de participación (P) que apuntan al grado de apertura social de lasformas institucionales; la tercera dimensión son los actores (A), o sea los movimientossociales en cuanto sujetos colectivos de la acción; el podereconómico (PE) radicado enciertos grupos sociales es una cuarta dimensión y, finalmente, el cuadro se completa con losgrupos excluidos (GE) (Atria, 2010).Un punto fundamental en la dinámica de las sociedades modernas es su carácter conflictual, según la visión de Touraine hacia la modernización de América Latina. Es lacombinación de conflictos lo que convierte a la historicidad (sociedad) en un campodelucha de los movimientos sociales, como sujeto histórico de la sociedad moderna en pos dela apropiación de la cultura y sus manifestaciones.En la vida social, las orientaciones culturales definen un campo de historicidad yson compartidas por los actores sociales, que luchan por su control, y no se puede hablar demovimientos sociales sin pensar en sus lógicas de dominación y en susorientacionesvalorativas. En suma, la conflictualidad tiene dos caras: lucha por el control de los recursosmateriales de la dominación y lucha por lograr la supremacía de ciertos valores que están presentes en las orientaciones culturales.Así, la historicidad es el conjunto de modelos culturales -cognitivos, económicos yéticos- y el contenido del conflicto social central, mientras que los movimientos socialesson losgrupos que luchan para dar forma social a estas orientaciones culturales.En base a estos conceptos Touraine, describe ciertas variantes del modelo dedesarrollo latinoamericano: transformación ampliada, transformación parcial y crisis.Pondremos atención a estas dos últimas variantes.La variante de transformación parcial o de reformismo modernizador, a su vez, puede clasificarse en transformaciónparcial desde el Estado, que implica una alianza entreel poder económico y el Estado y que origina una participación limitada; y transformación parcial desde los actores, que es impulsada por una ampliación de la participación desde los

actores sociales desde fuera del Estado, lo que desemboca en una mayor incorporación degrupos excluidos. Para el caso chileno, sostenemos que el paso de unEstado-Bienestar a unEstado-Gestión, mediada por la crisis institucional y posterior ajuste estructural, constituyeun caso especial de transformación parcial desde el Estado con mayor participación yactores sociales identificados en la clase media, al cual sobreviene el modelo de crisis y posteriormente la variante de transformación parcial desde el Estado en alianza con el poder económico. No se...