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Relación Padres e hijos- Adultez emergente
Se acostumbra decir que las personas de edad madura están “atrapadas” en medio de las necesidades de sus hijos adultos (y de sus nietos) y de sus padres ancianos. Se considera que cuando se hallan en tal situación, prefieren concentrarse en sus necesidades y tienen poco contacto con la generación más joven o la más adulta.
Pese a ser una creenciageneralizada, la investigación dedicada a las relaciones entre generaciones ha demostrado que es más un mito que un hecho. En palabras de Lillian Troll (1989): “El mito de que en lo esencial, los progenitores y sus hijos adultos están distanciados en la sociedad moderna se halla tan generalizado y profundamente arraigado que no es fácil convencer al público en general de su falsedad”. Los mitosente generaciones hacen más difícil que las personas maduras perciban como algo normal los sentimientos positivos hacia los miembros de la familia; de ahí la importancia de encontrar la verdad.
A pesar de la difundida creencia de que el distanciamiento y el aislamiento son la norma y de que existe un contacto mínimo, las encuestas revelan que los hijos de edad madura suelen llevar una relaciónbastante cercana con sus progenitores; los ven o hablan con ellos con regularidad. Sin embargo esto no significa que las generaciones suelan compartir un hogar. Como aprecian mucho la independencia, menos del 10 por ciento de los padres ancianos conviven con sus hijos y muchos lo hacen solo en caso de que por los problemas económicos o una discapacidad física no les quede otra opción.
La mayoría delos padres de edad madura tiene contacto periódico con sus hijos y este contacto aumenta cuando surgen problemas; y aunque los miembros de la familia se unen para apoyarse entre sí en periodos de dificultad, una vez superado el problema cada parte vuelve a su función.
Con respecto a la enfermedad en los primeros años de la adultez la mayor parte de la ayuda va del progenitor al hijo. En lamadurez la situación cambia cuando los adultos se ven obligados a cuidar sus padres ancianos. La responsabilidad y la carga de cuidar a sus padres cambia cuando también deben encargarse de sus hijos. Algunos hijos adultos no cuidan a sus padres ancianos o enfermos, sino que los recluyen en asilos y en otras instituciones sociales.

Relaciones con los padres ancianos: La ayuda que los hijos deben dara sus padres varía con los individuos y las familias.
En las relaciones en desarrollo de los adultos las diferencias de género a menudo influyen. “Las hijas adoptan una actitud distinta a la de los hijos con los padres ancianos; la diferencia depende incluso de si se trata del padre y la madre (Troll, 1989). Tradicionalmente la relación primaria entre progenitor e hijo en esta etapa de la vidasuele incluir a la hija como cuidadora. También la clase social y el grupo étnico influyen.
Intercambio recíproco de ayuda: En general las personas de edad madura sostienen una relación permanente con sus padres ancianos que abarca un contacto periódico, recuerdos comunes y un intercambio recíproco de asistencia. Numerosas encuestas han revelado los intercambios duraderos de carácter social,psicológico y material que se dan entre los hijos adultos y sus padres (Stueve y O´Donnell, 1984). Muchos progenitores de edad avanzada dan ayuda económica a sus hijos de edad madura y a sus nietos (Giordano y Beckman, 1985; Hill y otros, 1970), por lo menos en las familias de clase media y de clase media alta. En algunas familias la generación mayor a menudo no cuenta con recursos financieros para ello(Jackson y otros, 1990). En cambio suelen ofrecer a sus hijos apoyo social y quizá, se encarguen del cuidado de los niños, sobre todo cuando sus progenitores tienen responsabilidades de progenitores solos.
Parece ser que la mayoría de las personas maduras se preocupa por sus padres y sus hijos y mantienen un estrecho contacto con ellos. Con los años poco a poco se invierten los roles entre las...