Tanatología Hoy


LA TANATOLOGÍA COMO FILOSOFÍA DEL SIGLO XXI.
Por Celia Flores Alcaraz.
Resumen:
Si existe la muerte en el cosmos, no podemos escapar a esa muerte, y en los horizontes de nuestros horizontes estará la muerte, no sólo como fatalidad de nuestro destino biológico, sinotambién de nuestro destino físico y espiritual. La tanatología no puede ser una disciplina autónoma con respecto a las otras, sino que es transversal a todas ellas en todo momento, y es previsible que así será hasta que la muerte se constituya como destino del hombre.
Léxico: Tanatología, devenir, ubicuitaria, sincrónica.
Conocer lo humano no es separarlo del universo, sino situarlo en él. ¿Quiénessomos? ¿A dónde estamos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Preguntas recurrentes a través de la historia misma del hombre. (Planteamientos de la conferencia pronunciada en el congreso de la Sociedad de Tanatología Española, octubre de 2009 en la Universidad Complutense).
“Ninguna época ha acumulado conocimientos acerca del hombre tan numerosos y diversos como la nuestra; ninguna época halogrado que este saber sea tan rápido y fácilmente accesible. Pero tampoco como señala Heidegger: ninguna época ha sabido menos qué es el hombre”. El hombre sigue siendo “ese desconocido1 y hoy más por mala ciencia que por ignorancia, de ahí la paradoja que cuando más conocemos, menos comprendemos al ser humano.
Edgar Morin nos refiere que desintegrando lo humano se elimina el asombro y lainterrogación sobre la identidad humana2, por lo que tenemos que volver a aprender a cuestionarla: en consecuencia, de acuerdo a Heidegger3, cuestionar hace saltar en pedazos el encajonamiento de las ciencias en disciplinas separadas. Tal como plantea Descartes, no elegir una ciencia particular, pues todas están unidas en sí, y dependen unas de otras. Las ciencias de la vida, de las humanidades, del ser yde lo que a él le acontece: su vida, su desarrollo y su muerte, han de formar parte de esta ciencia que evita pensar demasiado pobremente la humanidad del hombre.
El conocimiento humano debe ser mucho más científico, mucho más filosófico y en definitiva mucho más poético de lo que es. Su campo de observación y de reflexión es el planeta Tierra, en su totalidad, su pasado su devenir y también sufinitud, con sus documentos humanos que comenzaron hace seis millones de años. La Tierra ha constituido el laboratorio sobre el que, en el tiempo y en el espacio, se han manifestado las constancias y las variaciones humanas: individuales, culturales, sociales, todas significativas y fundamentales, marcado de señales extremas y contradictorias que nos permiten entender los extremos: Buda, Jesús,Mahoma, Hitler, Gandhi, la esclavitud, el genocidio, los campos de concentración, guerras, y tantas y tantas “inhumanidades”, reveladoras de la humano.
Si existe la muerte en el cosmos, no podemos escapar a esa muerte, y en los horizontes de nuestros horizontes estará la muerte, no sólo como fatalidad de nuestro destino biológico, sino también de nuestro destino físico. El ser humano, mortal comocualquier viviente, lleva en sí la unidad bioquímica y la unidad genética de la vida, y desarrolla la creatividad viviente, creando a su vez nuevas formas de vida: psíquicas, mentales y sociales. Desarrollando amor, ternura, cólera y odio, ampliando solidaridades y rivalidades, expandiendo las cualidades de la memoria. La muerte es la experiencia de un límite, un misterio último, que tras ladimensión de finitud impuesta al ser, busca la necesidad de sentido, el anhelo de la perpetuación, el deseo de reencontrase con la naturaleza o reconciliarse con lo sagrado, dice Eduardo Subirats4. Frente al límite de la vida nuestra conciencia se apercibe de las cualidades que la trascienden, y que están más allá de la relatividad de sus empresas, sus vínculos sociales, y su propio conocimiento del...