Te Quiero

A fines de 1990, Vladimiro Montesinos -el traidor, traficante y espía- gobernaba el Perú. A pesar de que operaba desde las sombras, como asesor de seguridad del presidente, tenía más poder del que jamás pudo haber imaginado.
Durante más de 30 años, Montesinos estudió el poder buscando cuidadosamente la forma de dominar a sus semejantes. Al igual que el hombre fuerte de Panamá, el general ManuelNoriega, era despiadado y amoral, leal únicamente a sí mismo. Hijo de un padre excéntrico, de un amrginal profundamente resentido por su condición social, Montesinos se sintió impulsado por una ambición desmedida y la necesidad de venganza. Ascendió y cayó y volvió a ascender.
A temprana edad, aprendió la importancia de conocer los secretos de los demás. Tras espiar y manipular a sus compañerosde clase y colegas, siguió aplicando las mismas técnicas a sus jefes, los tribunales, la policía, los políticos y, finalmente, a la totalidad de los peruanos.
Sus talentos especiales llamaron la atención de los servicios de inteligencia estadounidenses, sobre todo de la CIA, desde inicios de la década del 70. Pero Montesinos era un mercenario. Falto de ideología y de patriotismo, estaba enconstante búsqueda de las personas más influyentes y de las rutas más gratificantes hacia el bienestar económico.
Mientras se vinculaba asiduamente a hombres poderosos, con frecuencia llegó a extralimitarse. Se hizo indispensable para un primer ministro durante la época del Gobierno Militar, a principios de la década del 70, pero, a la vez, se volvió útil para la embajada de los Estados Unidos.Descubierto intrigando y espiando, fue expulsado del Ejército y puesto en prisión.
Recuperado de ese golpem escogió un sendero más lucrativo. Se abrió camino en las mafias colombianas de la cocaína y se convirtió en el agente del narcotraficante más poderoso del mundo, Pablo Escobar. El hermano menor de éste, Roberto, manifiesta que el papel de Montesinos era sencillo: los países andinos producían milesde millones de dólares en cocaína y "él nos ayudó con el poder".
En el Perú, Montesinos siempre estaba en movimiento, alerta a cada oportunidad que se le presentase. El momento para el que se había estado preparando durante toda su vida se presentó cuando conoció al candidato presidencial Alberto Fujimori en abril de1990. Y, con una pequeña pero decisiva ayuda de Montesinos, Alberto Fujimori, elsolitario, el virtualmente desconocido hijo de inmigrantes japoneses, logró lo impensable: se convirtió en presidente de la República. Por fin Montesinos estaba en el lugar correcto en el momento correcto. El hombre y el momento, finalmente, habían coincidido.
Durante la siguiente década, Montesinos construyó su poder por etapas. Poco a poco, fue ganando terreno y control sobre el presidente.Después del golpe de 1992, que contó con el respaldo del Ejército, Montesinos convirtió a las Fuerzas Armadas en su feudo. Con la destitución de los ministros independientes en 1995, y el alejamiento del hermano del presidente del círculo íntimo, se libró de sus oponentes políticos. En 1998, la remoción del jefe de las Fuerzas Armadas, Nicolás Hermoza, cuidadosamente preparada, transformó eltriángulo de poder Montesinos-Fujimori-Hermoza al convertirlo en una línea directa entre el presidente y su jefe de espionaje.
Vuelto el principal manipulador, Montesinos creyó que nadie podía detenerlo. Aquello que era bueno para él, era bueno para el país. Se volvió codicioso y, en cierto modo, loco. Sus vínculos de larga data con el tráfico ilícito de drogas le sirvieron, y durante gran parte de ladécada se encargó de cobrar su tajada, según algunos, prácticamente por cada remesa de cocaína que se enviaba fuera del Perú. Si alguien se cruzaba en su camino, lo hacía a su propio riesgo.
Mientras en las calles crecía la oposición al cada vez más autoritario régimen, Montesinos gobernaba el Perú como el virtual presidente. Desde su oficina en el centro neurálgico del Servicio de Inteligencia...