tehuantepec

LA AGONÍA DE LA ENAGUA DE OLÁN.
Carlos Iribarren Sierra
En el pintoresco y policromado paisaje del Istmo de Tehuantepec, porción más angosta del territorio mexicano, donde habitan los descendientes de los bini gula sa, agoniza la ENEGUA DE OLÁN y por tanto, el traje de tehuana.
Una atroz decadencia la está matando sin compasión, propiciada por un modernismo cruel que todo lo quieretransformar so pretexto de la evolución y del devenir del tiempo nuevos que trae aparejada la destrucción de esta hermosa vestimenta, a que por primera providencia quieren sustituir, en perjuicio de lesa tradición suntuaria tehuantepecana, por la “falda” europea o noramericana.
La enagua de olán, con un desapego imperdonable, con un memorable desprecio y con un olvido de su grandeza, está siendodesplazada por la “falda” larga, recta de cuchillas o circular o de campana, y consecuentemente se presenta la inminencia dee la desaparición de la indumentaria de la virgen de Tehuantepec.
La “falda” no es una evolución estética de la evolución del traje de Tehuana según Covarrubias.
El traje universal precortesaiano consistente en falda y huipil, evolucionó hasta el siglo XIX el traje tehuano detierra caliente, en que las mujeres iban desnudas hasta la cintura arriba y solo usaban el huipil durante ceremonias o como protección contra el sol en la cabeza. El gran huipil es descendiente directo del huipil de cabeza y el de cuerpo aparece por primera vez alrededor de 1850.
La Enagua de Olán, muy lejos esta de representar esta manifestación de corte y confección tehuanos. Su patrón es atodas luces extranjera y extranjerizante, por lo que más que europeizada es noramaricanizada. No
procede de ninguna manera de la Enagua de Olán. No tiene coherencia de ninguna especie con esta prenda de vestir. Perfectamente está bien delimitada esta diferencia. Jamás en su desenvolvimiento estructural. Es pues, indudable, incontrovertible e innegablemente, que la “falda” es pocha.Desgraciadamente la “falda” está acabando con la Enagua de Olán. Conforme algunas, la “falda” por económicas y moderna y según otros, la Enagua de Olán por cara y vieja y anticuada. Ni unos, ni otros, tiene la fuerza de la razón, por que se contradicen en sus conceptos absurdos. El pochismo esta causando graves estragos a Tehuantepec en lo espiritual. Hay que yugular este monstruo que trata de reducir a lanada a nuestras tradiciones, antes de que sea tarde y tengamos que lamentar el desdén, la falta de voluntad y de cariño, para defender el alma de nuestra raza zapoteca.
Hay que desestimar con desprecio a la “falda” y estimar con amor a la Enagua de Olán. La “falda” no es nuestra, en cambio la Enagua de Olán si nos pertenece.
La Enagua de Olán es una prenda de vestir que forma parte del traje dela tehuana eterna, de esa tehuana que Dios hizo de un lucero, como dijera dulcemente el poeta Juan V. Morales y que la porta con elegancia, con altivez y con gracia, como una excelsa soberana.
La “falda” no es ni siquiera una estilización de la Enagua de Olán, porque no se originó de esta vestimenta. No la calificamos como una degeneración, porque no se derivó de la Enagua de Olán. Pero lo que síha traído la aparición de la “falda”, es la decadencia del traje de tehuana.
La istmeña que viste huipilito y “falda”, ha empezado a destehuanizarse, a apocharse, a ausentarse de Tehuantepec de su pensamiento y de su corazón, al abandonar la Enagua de Olán, para que ya tarde o temprano, arrumbe su huipilito.
Entonces ya no será la tehuana que cantaran lo vates en magníficos poemas, en sentidossonetos y en preciosos madrigales. Dejará (como ya está dejando) de ser la tehuana única, distinta y sin par; que le daba a su indumentaria sandunguera, en el mapa del traje del mundo.
Hace algunos años dos turistas paseaban por este muy querido y nunca olvidado terruño, captando para su alma los ángulos típicos tehuanos.
Uno de ellos, el que era experto de Tehuantepec, al pasar dos mujeres...