Teoria de la Vanguardia Burger Peter
TEORÌA
DE LA VANGUARDIA
Kdiciones Península
Barcelona
Prólogo:
Perfiles encontrados
Al construir una icoria de la vanguardia parece acon
sejable, como en pocos casos, acentuar el sentido de ob
servación al que remite la noción misma de theoresis.
Ello no supone renunciar a cuanto de construcción con
ceptual sistemática supone la teoría, aunque, bien mira
do. por lasespeciales características del fenómeno, un
propósito desmedido de forzar la lógica de la descripción
podría dar al traste con los rasgos más genuinos de lo
observado.
Las teorías del arte parten de supuestos y concluyen
en doctrinas que no siempre reservan a la vanguardia un
lugar que haga honor a la decisiva influencia que todos
le reconocen en ct desarrollo del arte moderno. No se de
bería concluir delo anterior que una fenomenología sin
mirada, apoyada en la visión indiscriminada del ingenuo,
acaso fuere el mejor modo de dar cuenta de ella: tan
sólo trato de prevenir al lector de que grande ha de ser
su sorpresa cuando compruebe que a un mismo concep
to se atribuyen virtudes tan dispares; que algunos han
de ver en ello el germen del arte moderno, mientras otros
lo celebran como condición desu imposibilidad.
Decía que, por su excepcionalidad, era difícil articular
la vanguardia con un proceso del devenir previsto desde
cualquier historicismo. De modo que su condición de fe
nómeno atipico da escaso pábulo a explicaciones ideoló
gicas: nada ajeno a ella puede explicar el porqué, el cuán
do, ni el cómo de la vanguardia, a diferencia de cuanto
acontece con los eclipses solares o lasmareas. De ahí que
a menudo se pretenda hacerle jugar el papel de episodio
resolutivo de una u otra teoría del arle, empeñada en la
descripción de un subsistema de los que configuran la
interacción social.
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Ahí se plantea una cuestión esencial: ta tendencia a
incluirla como manifestación complementaria de pro
yectos históricos de mas alto rango, invita a obviar, por
lo común, su propiaidentidad, la naturaleza de sus ins
trumentos y objetivos. Así, no acostumbra a discutirse
si la vanguardia es un hecho endógeno en el proceso del
arte, que comenta la realidad a través de esa mirada obli
cua con que sus obras registran los aspectos menos evi
dentes de la historia o, por el contrario, se trata de un
sentimiento generalizado que se manifiesta en el ámbito
artístico por la especialcapacidad que al arte se atribuye
para traducir en metáforas las vicisitudes civilizatorias.
Pocas veces se interroga si la vanguardia puede identifi
carse con una actitud crítica ante la convención o se trata
de una manifestación concreta, con un sentido histórico
y estético preciso, irreductible al talante inconformista
con que se caracteriza, a menudo, al artista moderno. En
el espacio quedelimitan estas dos oposiciones conceptua
les, puede incluirse la rosa de los sentidos que subyace en
los textos que glosan, desde regiones distantes, los porme
nores de la vanguardia. De todos modos, quienes la entien
den como un fenómeno interior al proceso del arte, acos
tumbran a identificarla con un episodio concreto y localizable en el tiempo, y los que la describe
en la práctica artística dela conciencia crítica ante una
situación límite, tienden a identificarla con una actitud
capaz de generar distintos episodios con desigual virulen
cia. Los otros dos cuadrantes son transitados por inter
pretaciones que no por más discutibles gozan de menor
parroquia: la idea de vanguardia perpetua, como modo
natural de desarrollo del arte moderno, abunda en perió
dicos y en conciencias deensayistas de postín; tampoco
es raro dar con esa suerte de jolgorios místicos en los que
se celebra el golpe definitivo al arte, o a lo que sea.
Según las versiones más inclusivas, la actitud crí
tica del arte se dirige a la sociedad y al lenguaje con
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que se manifiesta. Tal punlualización, que a primera vista
parece redondear la descripción, ya que ninguna de sus
manifestaciones ac fuera de su...
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