Tertulias

TERTULIAS CAMPESTRES A LA REYNA

Allá tras de las mesetas, las palmas y el agresivo cardonal donde temprano se ocultaba el sol y la luna montaraz, suave se deslizaba por el valle con una belleza arrobadora que, nos dejaba insignificantes ante la grandeza de Dios, allá donde el silencio pesaba y el aspecto del cielo cuando se cubría de nubes tenues, producía un celaje imponente, después deuna partida de caza en tertulias revestidas de entusiasmo y alegría, con el propósito de hacer más llevaderas algunas noches gélidas y resistir los flagelos del viento chivero norteño y zumbón, Jorge Reyna recreaba en los campamentos de cacería, momentos amenos, alegres y agradables y esparcía salerosamente, su espíritu saltillense o guarachón, a sus amigos monteros o cachetores: FernandoRodríguez de la tova, Ronaldo Russek, Jorge Hernández, Guillermo Cisneros, Francisco Sepúlveda, Jaime Russek, Longino Torres, Francisco de la O y al autor de esta memoria .
En efecto, las tertulias de Jorge fueron excelentes pasatiempos, soberbios entretenimientos que celebró en el valle del Sara. La verdad es que algunas noches Jorge se dedicaba como todo un profesional a divertirnos y los cachetoresreíamos por su comicidad graciosa, satírica e irónica, compartíamos lo bueno de la vida narrando emotivas historias, intensos relatos de pasadas cacerías y útiles consejos para las mismas
A pesar del tiempo transcurrido de estas reuniones, tengo presente aquella magnifica tertulia en la que Jorge narró la etapa de su vida cuando sus padres mis tíos Don Roberto Reyna Hermosillo y Ana G. deReyna, lo enviaron a estudiar a los Estados Unidos después del bachillerato en el glorioso Ateneo Fuente.
Aquella noche Jorge nos explicó que cuando emigró a Norteamérica no hablaba el idioma de aquel país y el español únicamente lo practicaba con dos estudiantes cubanos que hablaban con un ritmo musical y guajiro idéntico al de Don Pedro ‘’El charolito Orta’’, Raúl Galata, Pablo ‘’Lahabichuela’’ Gómez, Olga Guillot, Celia Cruz, Fidel Castro. Y Don Abraham Curvelo.
En ese momento de la tertulia Jorge apoyó su plática valiéndose de un ejemplo para facilitarnos la comprensión del modo de ser de sus amigos cubanos, pero antes de que los imitara solicitó nuestra participación y nos pidió que cantáramos en coro aquella preciosa y popular canción cubana que dice:
Yo soy un hombre sincero dedonde nace la palma y antes de morirme quiero dejar mis versos del alma; cultivo una rosa blanca lo mismo en junio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Después de la canción, Jorge bailó bonito y sabroso moviendo la cintura y los hombros igualito que los cubanos, alrededor de una gran fogata, puso el sombrero del zarco longino en sus manos y preguntaba: ¿Quiere cooperáchico pa la revolución de Fidel?
En ese instante Jorge llegó bailando hasta donde estábamos el profe Jorge Hernández y yo, acercó el sombrero y nos dijo: quieren cooperá pa la revolución cubana chiquiticos? nosotros que nos identificábamos con la citada revolución, no solo cooperamos sino que la aclamamos con vítores, propusimos un brindis por ella, cruzamos las espadas y con alegría lanzamosvivas a Fidel Castro y al Che Guevara.
Lo anterior le dio motivo a Jorge Reyna para pintar una raya en el campamento cachetore y dijo: aquellos que apoyen o estén a favor del movimiento revolucionario cubano, pasen al otro lado de la raya, sin titubeos sin cadenas de ningún género pasamos el profe Jorge Hernández, mi compadre Fernando Rodríguez de la Tova y el que esto escribe.
Jorge Reyna hablóde nuevo para decirnos: cada uno de ustedes tiene diez minutos para que expresen sus sentimientos por la revolución de Cuba, cuando llegó mi turno expresé palabras de compromiso sincero en los siguientes términos: Deseo dejar muy claro en su espíritu que por definición, la revolución es el cambio radical en la vida de la sociedad, que conduce al derrocamiento del régimen social caduco y al...