Texto
No quiso esperar más, sabíaque quizás, luego llegaría una disculpa que ya había pronunciado antes, y se largó del lugar molesto por haber abandonado aquel resto de cerveza sobre la mesa, a merced de algún bebedor deturno.
Recorrió con pasos seguros y sin rumbo aparente las calles que alternaban al parque Ecuador y se detuvo sólo a pensar, en que pasaría si en aquel momento ella lo esperaba en el punto quehabían concertado. Entonces llevó la mano su bolsillo y sacó su celular, rediscando el último número que había marcado.
-Aló?... eh... si Hola… jaja… ¿Cómo estás? ¿Estás ocupado? - genial teespero en el arco para beber algo, claro en 20 estaré por allá- y cortó. Luego caminó perdiéndose entre la gente que huía del frio que azotaba las calles del gran concepción.
Legó al Arco y ahílo esperaba un tipo de contextura normal, de cabello castaño y gafas que lo recibió con un animado “hola”.
-Hola. respondió a su vez, y caminaron hasta el pub que cruzaba chacabuco, entraron yse sentaron en la mesa más próxima a la barra.
-Oye- dijo, ¿como te fue con la sofi?.
-Con certeza, respondió- nunca lo supe, no la entiendo. Además, no llegó y me resulta cada día máscomplicado… mira… sabes, no lo sé.
Dos vasos sonaron en un salud apagado, y luego de un par de botellas y unos cuantos intentos fallidos de revelar la verdad en el fondo de sus vasos, pasó la tarde…La noche caía menos helada que la tarde, o así lo sintieron, el mareo simpático hervía a flor de piel… la noche sería su dama por las próximas horas.
Bailaría con la luna esa noche
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