Tiene un rostro tan bello que su imagen quedar a manchada por la historia que contar

“Tiene un rostro tan bello que su imagen quedaría manchada por la historia que contaré” era la advertencia para todo aquel que deseaba conocer su identidad. Como letrero de advertencia manteníacierto contenido para intimidar al interrogante ansioso. Su imagen no podría quedar manchada por un banal relato y una efímera ilusión.
La noche sucumbiría en un par de horas pero yo seguía despierto.Hablaba con alguien a quien yo considero como una mujer excepcional. La conocía desde hacía años pero tiempo atrás habíamos comenzado a hablar con más frecuencia. A menudo soñaba con ella pues mi menteinsistía en no tener otro pensamiento y por tanto mis intentos por no imaginarla se veían frustrados en cuanto cerraba los ojos con la disposición de dormir. Pasaban los días y la veía en cadaparpadeo. Sin embargo los sueños son sueños y la realidad a veces no depende nada más de ti, sino que es un conjunto de momentos clave para lograr una acción importante logrando así vivir de una manera ynada más. A menudo es llamado destino y yo, yo estaba destinado a no estar con ella.
Mis pasos sobre los charcos eran estruendosos pues el silencio y la tranquilidad que había en el ambiente hacían queel zumbido de una mosca se escuchara claramente. Mis manos rozaban los arbustos y se mojaban. El agua en la palma hacía que me sintiera fresco y, de alguna manera, vivo. El cielo antes estrellado, seveía opaco. Sus lágrimas habían lavado todo alrededor de mí. La tristeza se fue por un momento y comencé a tararear las canciones que había escuchado alguna vez. Entonces, al igual que la noche, yotambién estaba tranquilo.
Ambos supimos lo que sentía el otro esa noche. Yo había soñado con ella tiempo atrás, en vacaciones de verano y todo fue muy bonito. El problema fue que ella no podía tenernovio y no quería tener uno a escondidas de sus padres aunque para mí esa idea parecía emocionante: dos amantes trágicos, un clásico. Dejé de insistir porque la respetaba pero de un día a otro su...