tisseron
Páginas: 31 (7514 palabras)
Publicado: 7 de agosto de 2013
Serge Ti ss eron : “ Lo s i magin ario s de la fo togra fía ”
De: Le Mystère de la chambre claire. Photographie et inconscient. Paris, Flammarion, 1996, p.35-63.
Traducción de Rodrigo Zúñiga
La fotografía pasó en menos de veinte años de la preocupación documental a
una reflexión en torno a sí misma. Entre Jean Dieuzaide y Joachim Mogarra, no hay
solamente poco más de una generación. Hay también una concepción diferente de lo
que es una imagen. El primero deseaba fijar el mundo “tal como es” a fin de dar
testimonio de él. El segundo interroga con humor los fundamentos de nuestra
percepción de las imágenes.
Cuando Joachim Mogarra dispone algunos pañuelos a cuadros hechos bolitas (mouchoirs à carreaux en boule) sobre la arena y titula el conjunto “Yurtas en Siberia”,
actúa como esos niños que deciden que una tapa (bouchon) es un auto o una botella
un castillo (pl.III). Pero cuando decide fotografiar esas construcciones efímeras y
exhibirlas, hace mucho más que eso. Nos confronta con la imagen interior que
tenemos de los lugares que él reconstituye, así, con humor. Las “Yurtas en Siberia”,
como también los “Crassiers de Longwy” o las “Favellas de Rio”, son en efecto tanto
imágenes psíquicas como paisajes reales. Estas “imágenes psíquicas” son el
resultado de las millares de imágenes banalizadas que hemos visto alguna vez, a
veces incluso sin darnos cuenta: en el cine, en la televisión, en las revistas, o
simplemente en los folletos de las agencias de viaje. Esas imágenes están tan
fuertemente marcadas en nosotros que, frente a las fotografías de Mogarra, no
“vemos” los pobres objetos que ahí están puestos en escena —fósforos, trozos de
papel o cajas de conserva—, sino realmente las imágenes de los lugares correspondientes que llevamos en el interior de nosotros mismos. Y como, a menudo,
no conocemos tales lugares, lo que “vemos” es la imagen que nos hemos dado a
través de los medios. Yo por ejemplo, que nunca he estado en Siberia, “reconozco”
enseguida las “Yurtas siberianas” en la fotografía de Mogarra: esos pañuelos enrollados en bolas me evocan las imágenes de los libros de geografía de mi infancia.
Por el contrario, las “Favellas de Rio”, que sí he conocido, no me resultan tan
semejantes. ¡Las precarias construcciones en papel que muestra Mogarra se
corresponden más bien a la imagen que me hacía antes de estar en esos lugares!
La imagen no es nada por fuera de su lectura y no existe la mirada naïf. Tal es
la lección de Mogarra. Se la puede formular de otra manera: toda imagen fotográfica
propuesta por un fotógrafo es una reconstrucción de lo real, y esta misma imagen vista
por un espectador es ya otra imagen. El análisis de toda imagen puede entonces
desplegarse en dos direcciones complementarias: hacia su producción, de un lado, y
hacias sus efectos, del otro. En el primer caso, lo más interesante es el análisis del
evento del que la imagen es el resultado: la crítica de la fotografía se hace inseparable
de las circunstancias de su producción. En el segundo caso en cambio, es la relación
del espectador con la imagen lo que importa: la crítica de la fotografía es entonces
inseparable de sus efectos sobre la vida psíquica. Al estar consagrado a esta última el tema del presente trabajo, es en esta segunda dirección que nos vamos a
2 Seminario doctoral La extensión fotográfica (2012)
Dr. Rodrigo Zúñiga
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